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Los obispos de EEUU aprueban un documento sobre la Eucaristía

Con 222 votos a favor y 8 en contra, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, reunida en asamblea plenaria en Baltimore, aprobó el texto «Misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia». No se menciona la prohibición del acceso a la comunión de individuos o grupos, pero se recuerda la responsabilidad de los personajes públicos de conformar sus posiciones «a la fe y a la moral de la Iglesia».

Tras más de un año de intensos debates, los obispos de Estados Unidos, reunidos en asamblea plenaria en Baltimore (por primera vez desde que comenzara la pandemia), aprobaron ayer, 17 de noviembre, un texto que sintetiza y relanza el magisterio católico sobre la Comunión, pero que no menciona la cuestión del aborto ni la prohibición de que los llamados políticos proabortistas accedan al Sacramento, como ya habían anunciado el pasado mes de junio.

Una amplia mayoría

«El misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia» es el título del documento -el primero de este tipo aprobado en quince años- que reunió 222 votos a favor, 8 en contra y 3 abstenciones. Una amplia mayoría que muestra un cambio de ritmo en el seno del episcopado, cuya asamblea del pasado mes de junio había registrado no pocas polémicas sobre la oportunidad misma de elaborar dicho documento.

 

El documento pretendía originalmente contener directrices para conceder o negar la comunión a los políticos que se declaran católicos pero apoyan la legislación a favor del aborto o lo que algunos prelados han llamado «heridas» en el cuerpo de la Iglesia, como la eutanasia y las uniones entre personas del mismo sexo. La cuestión corría el riesgo de crear fuertes divisiones en el seno de la Usccb, hasta el punto de que la propia Santa Sede, a través de una carta del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis Ladaria, expresó su preocupación, llamando al diálogo y a la escucha.

Escucha y diálogo

Y fue precisamente el diálogo y la escucha lo que pidió el nuncio en Estados Unidos, monseñor Cristophe Pierre, en un discurso muy apreciado en la apertura de la sesión plenaria en el hotel Marriott Waterfront, en el que la palabra «escuchar» apareció 17 veces. El propio Pierre invitó a los obispos a «no tratar la Eucaristía como algo que se ofrece a unos pocos privilegiados». Además del nuncio, muchos cardenales y obispos han expresado en los últimos meses el temor de que el Sacramento que conmemora el sacrificio de Cristo pueda ser utilizado como arma para avanzar en las batallas políticas.

Ninguna mención a la cuestión del aborto

Tras varias peticiones de enmiendas por parte de algunos obispos, principalmente sobre correcciones lingüísticas, finalmente los obispos se pusieron casi todos de acuerdo (aunque siguen existiendo opiniones encontradas) en dar su aprobación al texto de unas 26 páginas redactado por un comité doctrinal. No se menciona la prohibición de la comunión para los políticos católicos, ni se menciona explícitamente el aborto. Sin embargo, subraya la «especial responsabilidad» de las personalidades públicas de fe católica de conformar sus posiciones «a la fe y la moral de la Iglesia» y de reconocer y promover la vida del no nacido.

«Recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo mientras se está en estado de pecado mortal representa una contradicción», se lee en un punto del documento, que recuerda las cartas de San Pablo, el magisterio de los Pontífices y documentos anteriores de la conferencia episcopal estadounidense. «La persona que, por su propia acción, ha roto la comunión con Cristo y su Iglesia, pero recibe el bendito Sacramento, actúa de forma inconsistente, reclamando y rechazando la Comunión al mismo tiempo. Es, por tanto, un sinsentido que expresa una comunión que de hecho se ha roto».

Apoyar la vida y la dignidad humana

A cada obispo se le confía, por tanto, la tarea de «remediar las situaciones que implican acciones públicas contrarias a la comunión visible de la Iglesia y a la ley moral».

Mientras que a todos los cristianos se les insta a «servir a la familia humana defendiendo la vida y la dignidad» de todos los grupos vulnerables: «el niño no nacido, los migrantes y los refugiados, las víctimas de la injusticia racial, los enfermos y los ancianos».

Renovación eucarística 

El documento también reafirma el significado de la Eucaristía, tal como fue instituida por Cristo, como presencia real del Señor. Se trata de una respuesta a la disminución de la comprensión del sacramento por parte de muchos católicos en Estados Unidos y al impacto de la pandemia en la práctica religiosa.

El proyecto, propuesto en junio por monseñor Andrew Cozzens, obispo de la Arquidiócesis de Saint Paul, y confirmado en esta sesión de otoño del «Eucharist Revival», una iniciativa de tres años dedicada al renacimiento eucarístico, va en esta dirección. Un recorrido marcado por propuestas educativas y pastorales, una nueva página web y el envío de un equipo de 50 sacerdotes a los 50 estados para predicar la importancia de la Eucaristía. La campaña culminará con un Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis en junio de 2024.

Revisión de la «Carta de Dallas»

La Eucaristía no fue el único tema del orden del día de la reunión de los obispos. La gran mayoría de los votos a favor (230 frente a 5 en contra) se concentró también en la propuesta de revisión de la famosa «Carta de Dallas», el documento para la protección de los jóvenes y los niños adoptada en 2002 por la Iglesia estadounidense de la ciudad texana tras la explosión de los escándalos de pederastia entre el clero. Casi 20 años después, los obispos estadounidenses coinciden en que es necesario actualizar el texto para introducir los distintos cambios en la gestión de los casos de abusos que ha señalado el Papa Francisco en los últimos años.-

Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano/Vatican News

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