Opinión

Elecciones en Barinas

 

 

Gloria Cuenca:

 

Nueve de enero del 2022,  la fecha que escogieron para las elecciones en el Estado Barinas, después de perderlas el 21 de noviembre pasado.

Como corresponde a la gente del régimen, hicieron de todo para ganar: chantajes, amenazas, regalos, gasolina y gas, cierre de estaciones de radio, eliminación de programas y prohibiciones al nuevo Gobernador, de ser entrevistado, entre las maniobras mas claras; además un despliegue asombroso de fuerzas policiales y del ejército.

¡Dan lástima, porque no entienden nada! Han dicho tantas mentiras que ellos mismos se las han creído. Unos a otros y otras se repiten el montón de invenciones que se han fabricado en sueños, y lo que dicen como propaganda, han llegado a creer, que son verdades. Sin embargo, resulto que la auténtica verdad, fue amarga, como el bolero: la derrota y el fracaso.

Mis contradictorios lectores y amables seguidores, les quiero decir, que hay un dicho muy antiguo que dice: perro que ladra, no muerde. Habría que agregar: y si se enfrenta, pega la carrera. Por eso, cuando se vieron perdidos se devolvieron raudos para Caracas. Se habían trasladado con gran entusiasmo a Barinas y pretendían festejar. (Hasta la tarima, se quedó sola con sus banderas rojas) Escribo con la felicidad del logro alcanzado, mientras no han continuado con  las marramuncias finales y todavía me siento contenta por el triunfo logrado.

Por otra parte, la felicidad se duplica por los otros dos derrotados. ¿Quiénes son? En primer lugar los divisionistas de la oposición, todos deben estar lamentando el triunfo de Garrido, porque así son ellos. Como Jalisco, que cuando pierde, arrebata. Estos divisionistas, que odian la unidad, (siempre creen que ellos son los únicos puros, sabios y efectivos) hubieran preferido que Garrido no ganara, para tener argumentos en contra de la unidad. (¿Sera, o es que son, pro gobierno, en el fondo?) Los segundos derrotados son los abstencionistas, que no saben cuáles malabarismos hacer para que la gente no vaya a votar; y especialmente, se decepcione antes que, emitir una opinión democrática, como es el voto, aun cuando muchas veces, al final, puede ser que nos lo quitan o lo anulan. Es gente bastante ignorante, que hablan de perder el voto.

Queridos míos: informo el voto no se pierde, a menos que ustedes crean que cuando se expresa una opinión, eso no tiene sentido. Por eso es tan importante tener claro lo que significa la libertad de opinar. Que, por supuesto está vinculada a la libertad de pensamiento. Al hacerlo se cumple con la posibilidad de expresar, la aprobación, la negación, y también, la simpatía por tal o cual candidato. ¿Se puede perder? Francamente no lo creo. Como mujer, madre,  abuela y, como periodista, como docente, entre los muchos aspectos en los que me ha tocado desempeñarme, al decir lo que opino y siento, recupero la sensación de libertad. Esa que en algún momento perdí.

Al lado de esto, hay un enorme alivio por expresar esa opinión, pensamiento o emoción. Lo hago en primer lugar por mí, después por los demás, claro está. Pero, primero, lo primero: mi sentir, mi opinión. Absolutamente responsable por mis actos, como cualquier ser que lo sea, hay la posibilidad de presentar en público nuestra opinión. Es lo que se conoce como el propósito consumatorio de la comunicación.

La viven también los poetas, los artistas en general. Ojala no nos quiten esta enorme alegría y felicidad. ¡Felicidades! Gracias barineses por hacer más completa esta sensación de alegría y el ambiente de libertad.-

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