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15.000 científicos avisan de que la Tierra ha entrado en «territorio inexplorado»

Un informe concluye que 20 de 35 los 'signos vitales' de la vida en el planeta se encuentran en niveles nunca vistos «en la historia de la humanidad»

Cada vez es más difícil para los científicos expresar la magnitud de los cambios que está experimentando la Tierra. Unas modificaciones que afectan a los sistemas que sustentan la vida tal y como la conocemos. «Tenemos miedo del territorio inexplorado en el que hemos entrado», dice un grupo internacional de científicos del clima en un artículo publicado este martes en ‘BioScience’. Diferentes variables que miden la salud climática del planeta han dado este año un salto inmenso de forma simultánea. Las condiciones, dicen los autores, son nunca vistas «en la historia de la humanidad» y han empeorado hasta el punto de que «la vida en el planeta Tierra está bajo asedio».

Como referencia, los autores explican que la temperatura media global del pasado mes de julio fue, posiblemente, la más alta de los últimos 100.000 años. Pero no es la única cifra preocupante. En un año marcado por el calor extremo, los incendios forestales e inundaciones catastróficas, el equipo ha actualizado la ‘Advertencia de los científicos mundiales sobre una emergencia climática’, de 2019, que suscriben más de 15.000 en todo el mundo. Analizan las ‘constantes vitales’ del planeta, que han establecido en parámetros como la población mundial, el aumento del nivel del mar, la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera y la tasa de deforestación de la Amazonia, entre otros.

El informe concluye que 20 de los 35 ‘signos vitales’ planetarios se encuentran ya en niveles récord, nunca antes medidos. Entre esos umbrales en niveles inéditos figura la temperatura global y los 38 días que este 2023 en los que se superó el grado y medio de calentamiento sobre los niveles preindustriales, una cifra que es un abismo en términos climáticos. Este umbral no se había medido antes de los años 2000 y en las últimas dos décadas también era una rareza. De ahí que concluyan que las temperaturas de julio fueran, posiblemente, las más altas de los últimos 100.000 años.

«La gran preocupación para nosotros es el enorme cambio en las condiciones. En lugar de tener un cambio lineal gradual, ha habido un cambio abrupto en muchas variables simultáneamente», explica a ABC la coautora Jillian Gregg. «Nuestro título lo dice todo, hemos entrado en un territorio inexplorado más allá de cualquier cosa que los humanos hayan experimentado».

El informe climático apunta a que los expertos están «conmocionados por la ferocidad de los fenómenos meteorológicos extremos de 2023». Para la comunidad científica, las cifras de este año han desatado todas las alarmas. No se trata simplemente de que haya habido récords, sino de que estos se han batido con unos márgenes amplísimos: se ha visto en las temperaturas globales, pero también en el océano y en el nivel de hielo marino.

«La temperatura global de la superficie del mar se salió de los gráficos a partir de marzo y ha sido 0,5˚C más alta que en cualquier otro momento que hayamos podido medir, hasta finales de septiembre e incluso hasta hoy«, explica Gregg. A ello le siguió una pérdida récord del hielo marino antártico en mayo, que se mantuvo al doble de las altas tasas de derretimiento de julio y agosto. Finalmente, la temperatura de la superficie global comenzó a batir récords en junio y todavía está fuera de los gráficos. »Esto es algo que los humanos nunca han experimentado. Esto realmente no tiene precedentes», insiste la científica.

A ello se han sumado otros indicadores. Los incendios de Canadá este 2023 han liberado a la atmósfera más de 1 gigatonelada de dióxido de carbono. Hasta ahora, el récord eran las 0,67 gigatoneladas de 2021. «Podría indicar un punto de inflexión hacia un nuevo régimen del incendios», indica el informe.

«La vida en nuestro planeta está claramente bajo asedio», dice el coautor del informe William Ripple, profesor distinguido de la Universidad Estatal de Oregón (EE.UU.). «Las tendencias estadísticas muestran patrones profundamente alarmantes de variables y desastres relacionados con el clima. También encontramos pocos avances que transmitir en lo que respecta a la humanidad en la lucha contra el cambio climático».

Para paliar la situación, los autores defienden un cambio en los patrones de consumo. Las recomendaciones específicas incluyen la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles, la transición hacia dietas con mayor presencia de verduras y frutas, la intensificación de los esfuerzos de protección forestal y la adopción de tratados internacionales de eliminación del carbón y de no proliferación de combustibles fósiles.

«Como científicos, estamos enormemente preocupados por los aumentos repentinos en la frecuencia y gravedad de los desastres relacionados con el clima», dice el coautor Christopher Wolf, de Terrestrial Ecosystems Research Associates. «La frecuencia y gravedad de esos desastres podrían estar superando el aumento de las temperaturas. Para finales del siglo XXI, entre 3.000 y 6.000 millones de personas podrían encontrarse fuera de las regiones habitables de la Tierra, lo que significa que se enfrentarán a un calor intenso, una disponibilidad limitada de alimentos y elevadas tasas de mortalidad».

Los autores explican que no basta con atacar las emisiones de dióxido de carbono porque el problema es la demanda excesiva de recursos. Cuando el consumo de recursos es demasiado grande, el resultado es una serie de crisis ambientales, incluida la crisis de la biodiversidad. «Sin acciones que aborden el problema fundamental de que la humanidad toma más de la Tierra de lo que puede dar con seguridad, estamos en camino al posible colapso de los sistemas naturales y socioeconómicos y a un mundo con un calor insoportable y escasez de alimentos y agua dulce», dice Wolf.-

ISABEL MIRANDA

Madrid/ABC

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