Opinión

Las Zonas Económicas Especiales en el Mundo

A partir de las experiencias de los programas de zonas económicas implementados en países en vías de desarrollo, Farole (2011b)establece tres temas de interés crítico para los hacedores de políticas públicas

José Antonio Gil Yepes

Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) son un área geográfica delimitada al interior de las fronteras de un país en donde las reglas de negocios son diferentes a las que prevalecen en el resto del territorio. Las diferencias se refieren principalmente a las condiciones de inversión, comercio internacional, aduanas, impuestos y regulaciones. En este sentido, se busca dotar a la zona de un ambiente de negocios más liberal (desde una perspectiva política-económica), más atractivo (a través de incentivos) y más efectivo (desde una perspectiva administrativa) que el que prevalece en el resto del territorio nacional.

Aunque el paquete de incentivos es muy similar al que ofrecen las Zonas Francas de Exportación (ZFE), las actividades económicas en las ZEE son mucho más integrales, abarcando no sólo las actividades manufactureras sino también la agricultura, el turismo, el comercio y el desarrollo inmobiliario.

Si bien este modelo de política industrial no es nuevo, el impacto sobre el crecimiento económico, la mejora en los niveles de ingresos y las condiciones laborales, así como el incremento del bienestar en general en las regiones del mundo donde su implementación ha sido exitosa, continúan siendo razones suficientes para que muchos países en vías de desarrollo sigan implementándolo.

Asimismo, el éxito alcanzado en algunas zonas del este de Asia y Latinoamérica no ha sido uniforme e incluso existen varios ejemplos donde las ZEE no han tenido éxito en alcanzar sus objetivos, lo que ha llevado a destacar que el éxito de estos programas depende en gran medida del contexto específico en el que se introducen y de la efectividad con la que son designados, implementados y administrados.

Entre los condicionantes estructurales del éxito se incluyen la ubicación geográfica, la disponibilidad de puertos y aeropuertos, de terrenos, de trabajadores, así como de infraestructura y servicios de apoyo para las empresas. Entre los factores institucionales del éxito se encuentran la creación de un ambiente de inversión confiable, que incluya estabilidad política y económica, así como eficiencia gubernamental para que las zonas puedan operar con un mínimo de burocracia.

A partir de las experiencias de los programas de zonas económicas implementados en países en vías de desarrollo, Farole (2011b)establece tres temas de interés crítico para los hacedores de políticas públicas:

  1. Tener éxito en la atracción de empresas e inversión extranjera directa (IED) que generen empleos;
  2. Asegurar que las zonas son económicamente sostenibles y capaces de generar externalidades positivas, facilitando la modernización y la transformación estructural, y fungiendo como catalizador de reformas económicas;

iii. Asegurar la sostenibilidad de las zonas económicas desde una perspectiva institucional, social y ambiental.

Según investigaciones realizadas sobre las ZEE por JSTOR, ScienceDirect, Web of Science y por el Banco Mundial, este modelo de promoción de inversiones ha tenido impactos económicos de corto plazo: inversión, empleo y exportaciones. Resultados económicos dinámicos: transferencia tecnológica, integración con la economía doméstica y, finalmente, cambio estructural.  Resultados socioeconómicos: que incluyen la calidad del empleo creado e impactos diferenciados por género. Los países considerados en los estudios referidos sobre ZEE incluyen México, Finlandia, China, Alemania, Corea del Sur, Singapure, Vietnam, entre otros.

La Ley de ZEE aprobada en Venezuela refleja las características de las ZEE arriba mencionadas, lo cual es óbice de su potencial de éxito en Venezuela.

Los actores calificados como posibles inversionistas son las empresas públicas, las privadas, mixtas, comunales; nacionales o extranjeras.

Los sectores seleccionados hasta ahora por la LZEE son el agropecuario, forestal, agroindustrial, pesquero; manufactura, turismo, tecnología, energía e hidrocarburos, energías alternativas,   donde podrán incluir el desarrollo de parques industriales y se circunscribirán a sectores económicos como el agropecuario, industrial, aeronáutico, energético, financiero y tecnológico, comercio electrónico, pymes y microempresas. A su vez, prohíbe establecer en las ZEE espacios comerciales para la venta de bienes suntuarios o importaciones. Los beneficiarios de las ZEE deben ser personas jurídicas establecidas expresamente para invertir en ellas (no sucursales).

Los criterios para recibir incentivos se clasifican en Exportaciones, incluyendo el turismo interno y del exterior; Sustitución de Importaciones (si el VAN “es alto” -Valor agregado nacional igual o mayor al 60% del precio de venta del bien; Desarrollo Tecnológico (si el VAN es igual o mayor al 60%).

Si bien los criterios para seleccionar los territorios ZEE previstos en proyectos anteriores de la LZEE tendían a privilegiar zonas deprimidas, en el texto aprobado se adoptan criterios más económicos y pragmáticos: Posición geoeconómica privilegiada en cuanto a conexión con mercados internacionales; disponibilidad de recursos naturales; ubicación, geografía y economía que favorezcan integración de procesos productivos (añadir valor) de empresas extranjeras; existencia de parques industriales que faciliten la consolidación de cadenas productivas; infraestructura económica y servicios de calidad.

Los estímulos son similares a los de los casos de otros países: Devolución de aranceles en equipos, herramientas, maquinarias importadas (10 años); Devolución del ISLR (10 años); devolución del IVA, exenciones a tarifas de la administración pública en importaciones y exportaciones. Algo muy importante es la creación de la Ventanilla Única a cargo del Ministerio de Comercio Exterior para manejar todos los trámites de certificación de inversionistas, de proyectos, administración de incentivos, etc.

La ley crea una Superintendencia Nacional de las Zonas Económicas Especiales, adscrita a la Vicepresidencia de la República, que se encargará de «ejercer la gestión, administración, dirección, coordinación, control, supervisión e inspección» de los sectores. El jefe del Estado es el encargado de diseñar las políticas y las estrategias para la implementación de esta ley.

@jagilyepes

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