Iglesia Venezolana

#ENFOTOS | Más de 3000 rosas adornan el Santo Cristo de La Grita este #6Agosto

Se trata de una de las devociones más antiguas en Venezuela con especial veneración en el estado Táchira. Este año, cuando se conmemoran 412 años de su creación, sus feligreses vuelven a vivir su fe de forma presencial, tras dos años de restricciones por la pandemia del Covid-19.

Fabiana Ortega – RCL:

Valeria Arellano ha dedicado al menos 60 años de su vida al servicio de la Iglesia, particularmente al Santo Cristo de La Grita, en el municipio Jauregui del estado Táchira. Con apenas 10 años de edad comenzó haciendo pesebres y algunos arreglos florales de forma genuina y espontánea. Ahora es una de las principales encargadas del ornamento del Patrono y Protector de Los Andes. Ella explica que a él le debe su vida y su salud.

“Yo soy una fiel enamorada del Santo Cristo de La Grita. Él nos concede todo lo que nosotros le pedimos con fe”, señala Arellano quien el año pasado fue la encargada de preparar el ornamento del Patrono del Táchira, con 2.500 rosas, entre blancas y rojas; y en esta oportunidad lo hizo con tres mil rosas, todas donadas por los devotos.

El también llamado «Cristo del rostro sereno» se trata de una figura tallada en madera por un fraile español que, tras la destrucción de La Grita en 1610 como consecuencia de un terremoto, ofreció al cielo hacer una imagen de Jesús crucificado, para rendirle culto especial y consagrarle la nueva ciudad. Como no podía alcanzar aquella expresión sublime, oró y pidió ayuda providencial. Tras un éxtasis profundo se despertó por los ruidos en su taller. Cuando se acercó se encandiló con una fuerte luz y vio culminado el rostro de Jesús crucificado. Desde entonces, se dice que fue esculpido por un ángel.

La imagen sagrada se encuentra en la Basílica del Espíritu Santo, ubicada en la plaza Bolívar, pero cerca de su festividad, el 6 de agosto, la trasladan al Santuario Nacional del Santo Cristo de La Grita, que se construyó en 2012 para albergar a casi 30.000 peregrinos, pues su nicho original se hizo pequeño ante la afluencia de sus devotos.

Este año, luego de dos años de restricciones por el Covid-19, la feligresía se reencuentra con su Patrono con las distintas misas que se oficiarán en el Santuario, desde temprano. Se espera que, pasado el mediodía, la imagen salga en recorrido junto a sus devotos.

Peregrinos del Santo Cristo

La devoción por el Santo Cristo de La Grita es una de las más antiguas en América. Sin embargo, desde 1988 se tiene registro del primer peregrino, Luis Enrique Márquez, quien caminó desde Capacho rumbo a la Jerusalén de Venezuela, como también se le conoce a La Grita, para darle gracias al patrono del Táchira por haber salido con bien de una intervención quirúrgica a la que fue sometido por una hernia discal, columna desviada y un aplastamiento de vértebras que sufrió.

Repitió luego la hazaña con su compadre e hijo. Posteriormente decidieron conformar la que en un principio se llamó Fraternidad de Peregrinos de Capacho al Santo Cristo; ahora se le conoce como Los Peregrinos de Capacho.

Son al menos seis rutas las que hasta 2019 se transitaban para llegar al Santuario del Santo Cristo de La Grita. También asisten ciclistas, incluso de otros países. La principal es la que parte desde la capital del estado Táchira, en San Cristóbal; contempla un recorrido en ascenso y descenso de 80 kilómetros. Por lo general, los peregrinos cumplen el periplo en un promedio de 22 horas.

Por lo general, los peregrinos caminan en familia, solos o junto a amigos. Se desplazan por la antigua carretera Trasandina, pasando por Cordero, Páramo El Zumbador, a 2600 metros sobre el nivel de mar y con una temperatura de 12 grados; El Cobre y La Quinta que anuncia el ascenso definitivo hasta el santuario.

El recorrido implica un amplio despliegue logístico. Hidratación, alimentos, seguridad, asistencia médica, ambulancias por parte de los vecinos y autoridades de todos los pueblos y caseríos localizados a lo largo del trayecto. Es justo allí cuando se realzan los valores del tachirense: la hospitalidad, amabilidad, cordialidad, compasión y misericordia.

No todos los que hacen el recorrido logran culminarlo. Como están expuestos también a altas y bajas temperaturas, algunos se descompensan; otros resultan con ampollas en los pies o dolores musculares.

Este año, uno de los peregrinos más conocidos fue Jesús Paucar, quien decidió caminar con una cruz a cuestas, y una túnica morada, desde Caracas, el pasado 29 de junio, hasta La Grita. Recorrió varios estados del país a pie y recibió las muestras de solidaridad de quienes le dieron comida y hospedaje en el camino. En años anteriores, incluso, llegó a caminar desde Bogotá.

En esta oportunidad, asegura que lo hace por la paz en el país y por la pronta Canonización del beato José Gregorio Hernández.

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