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Impresionante: casi 2 mil jóvenes católicos iraquíes celebran la fe en medio de una comunidad musulmana

El Ankawa Youth Meeting (AYM), celebrado del 29 de junio al 1 de julio, reunió a líderes y jóvenes de la Iglesia católica caldea, la mayor confesión cristiana de Irak

Más de 1.800 jóvenes cristianos iraquíes de más de 60 parroquias de siete archidiócesis participaron en un gran festival para celebrar su fe.

El Ankawa Youth Meeting (AYM), celebrado del 29 de junio al 1 de julio, reunió a líderes y jóvenes de la Iglesia católica caldea, la mayor confesión cristiana de Irak.

Con el apoyo de la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el encuentro de Ankawa proporcionó esperanza para el futuro de la Iglesia y de Irak, al animar a las nuevas generaciones a permanecer y comprometerse con su comunidad.

Ankawa es un suburbio de Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán, en el norte de Irak, que se convirtió en un refugio seguro para más de 125.000 cristianos que sufrieron la persecución de Daesh (ISIS) después de que los extremistas se apoderaran de las Llanuras de Nínive en 2014.

El Arzobispo de Erbil, Bashar Warda, dijo a AIN: «Los cristianos en Irak se han enfrentado a muchos desafíos desde Daesh (ISIS) y antes. Miran a la Iglesia para que les guíe y les ayude a construir su futuro a través del trabajo pastoral y [la construcción de lugares de culto y otros edificios importantes]. Ahora tenemos seis iglesias, un seminario, algunos centros de catequesis, cuatro escuelas, una universidad y un hospital».

Y añadió: «Los jóvenes son nuestro futuro. Nuestra misión es darles esperanza y un propósito en sus vidas en su patria, alimentando su fe y proporcionándoles habilidades que les ayuden a superar los retos a los que se enfrentan. A lo que aspiramos es a una generación de jóvenes conscientes que formen parte de la presencia de la Iglesia en Irak. El AYM es una gran parte de la realización de esta esperanza. Fomenta la fe, las amistades, elimina el aislamiento y repercute en sus vidas y en sus familias».

El festival incluyó celebraciones eucarísticas, confesiones, seminarios, debates, catequesis y otras formas de educación cristiana.

Yara Khorany, una de las jóvenes asistentes, declaró a AIN que veía el encuentro como una oportunidad para formar a futuros líderes: «La idea detrás de este tipo de eventos es mostrar que estamos aquí, que somos una Iglesia viva y que no queremos marcharnos. Parte de la misión es descubrir nuevos líderes».

Muchos de los presentes se habían visto directamente afectados por la invasión del Daesh, pero Khorany afirmó que esto no ha debilitado su fe, sino que «ha habido un fuerte deseo de quedarse y apoyar a la Iglesia, para que el cristianismo no desaparezca de la región». Y añadió: «Ha habido efectos económicos, sociales y de otro tipo, pero nos aferramos a la fe. Intentamos aplicar realmente los valores cristianos en nuestras vidas. Queremos promover la paz. Queremos promover una cultura de coexistencia con todas las demás religiones del país».-

(ZENIT Noticias / Ankawa, 05.07.2023)

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