OBU: El profesor universitario venezolano es el más pobre de Latinoamérica
La gran mayoría de los más de 64 mil académicos que trabajan en el país, según datos oficiales, viven actualmente en condiciones de “extrema vulnerabilidad”

A propósito de la conmemoración del Día del Profesor Universitario en Venezuela, el 5 de noviembre, el Observatorio de Universidades (OBU) alertó nuevamente sobre la precariedad económica que enfrenta la plantilla académica nacional, situándola como la más “pobre” de Latinoamérica.
En su boletín, el OBU revela que, transcurridos 25 años del siglo XXI, el salario mensual de los profesores universitarios venezolanos oscila entre los 1,27 y 2,07 dólares estadounidenses. Esta cifra impactante se produce después de un proceso que los gremios han definido como de “desalarización”. La gran mayoría de los más de 64 mil académicos que trabajan en el país, según datos oficiales, viven actualmente en condiciones de “extrema vulnerabilidad”.
Desde el último ajuste salarial para el sector, han transcurrido más de 1.360 días, es decir, casi cuatro años sin incrementos. Mientras tanto, la inflación ha continuado su marcha, con proyecciones del Fondo Monetario Internacional que podrían alcanzar el 548% al cierre de 2025.
Los salarios más bajos del continente
La crisis de los profesores universitarios venezolanos se hace aún más evidente al contrastar sus ingresos con los de sus pares regionales, confirmando la frase: Los profesores universitarios más pobres de América son los de Venezuela. Los académicos venezolanos, junto con los cubanos (cuyo salario máximo es de 29 USD mensuales), encabezan el “ranking de pobreza por ingresos en educación superior” en América Latina y el Caribe.
En contraste, los docentes de otros países se posicionan con los mejores salarios en la región. Por ejemplo, en Uruguay, un docente titular, grado 5 a dedicación total en la Universidad de la República (Udelar), percibe 6.065 dólares mensuales. Por su parte, en Chile, un profesor de la Universidad de Chile puede obtener 10.232 dólares (fuera de asignaciones especiales). No obstante, el salario máximo general estaría alrededor de los 7.330 dólares.
“Bono de guerra” sustituye al escalafón
En paralelo a la política de “desalarización”, el gobierno de Nicolás Maduro implementó a partir de 2021 una estrategia de “bonificación de los ingresos”. Este mecanismo, centralizado a través del Sistema Patria, implica el depósito de un total de 110 dólares mensuales bajo el concepto de “bono de guerra económica”.
Sin embargo, el OBU recuerda que esta bonificación se entrega “indiferentemente de los títulos de postgrado y la producción científica que tenga el docente”. De esta manera, se desvaloriza la trayectoria académica y el esfuerzo por la formación continua, al igualar la compensación económica independientemente del nivel educativo o la categoría del profesor.
Un cerco a la libertad académica
Más allá de las precariedades económicas, el OBU también reporta violaciones a los derechos políticos y civiles de los docentes, cuyas denuncias crecieron 79% a partir de 2024.
En la fecha cercana a la conmemoración del Día del Profesor Universitario, se destaca que 11 académicos se encuentran presos por razones políticas, la mayoría de ellos pertenecientes a instituciones autónomas, como la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Universidad del Zulia (LUZ) y la Universidad de Los Andes (ULA). Los profesores detenidos son “activistas políticos de oposición o defensores de derechos humanos”.
A pesar de este “escenario desalentador” y de tener una planta profesoral “envejecida indignamente, con inseguridad alimentaria, afectaciones a la salud mental, practicantes del pluriempleo y en muchos casos, perseguida”, el OBU resalta que la motivación de muchos para “resistir en el aula” no es económica, sino la aspiración de tener un mejor país o el “agradecimiento” a lo que la universidad representó en sus vidas.-




