Francisco se despide de Malta con un recuerdo «a la amada Ucrania y las bombas de esta guerra sacrílega»
"¿Saben qué es lo más hermoso de la vida? La alegría de desgastarse en el amor, que nos hace libres"
«Les deseo la belleza de enamorarse de Jesús, Dios de la misericordia, que cree en ustedes, sueña con ustedes, ama sus vidas y no los defraudará jamás»
«Sobre todo, guardaré en el corazón numerosos rostros, y el rostro luminoso de Malta»
Aunque aún queda un último gran acto, el encuentro con migrantes y refugiados en el Centro para Migrantes “Giovanni XXIII Peace Lab” de Hal Far, Francisco quiso despedirse del pueblo de Malta, y agradecerle «la acogida y el afecto recibidos». Tras la misa, y durante el rezo del Angelus, el Papa pronunció un sentido «¡Gracias!» a «todos los ciudadanos y fieles de Malta y de Gozo».
«Esta tarde, después de haberme encontrado con varios hermanos y hermanas migrantes, será ya hora de volver a Roma, pero llevaré conmigo muchos momentos y palabras de estos días. Sobre todo, guardaré en el corazón numerosos rostros, y el rostro luminoso de Malta«, confesó Bergoglio, quien también quiso agradecer «a quienes han trabajado para esta visita» y «a los hermanos y hermanas de diversas confesiones cristianas y religiones que encontré durante estos días. A todos les pido que recen por mí; yo lo haré por ustedes. ¡Rezamos unos por otros!».
«En estas islas se respira el sentido del Pueblo de Dios«, reflexionó el Papa. «Sigan adelante así, recordando que la fe crece en la alegría y se fortalece en la entrega. Continúen la cadena de santidad que ha llevado a tantos malteses a darse con entusiasmo a Dios y a los demás».
Antes de concluir, Francisco quiso dirigir una palabra a los más jóvenes, con quienes no ha podido mantener un encuentro específico en esta visita de 36 horas, y que «son vuestro futuro». «Queridos amigos, comparto con ustedes lo más hermoso de la vida. ¿Saben qué es? Es la alegría de desgastarse en el amor, que nos hace libres. Pero esta alegría tiene un nombre: Jesús».
Enamorarse de Jesús
«Les deseo la belleza de enamorarse de Jesús, Dios de la misericordia, que cree en ustedes, sueña con ustedes, ama sus vidas y no los defraudará jamás», culminó el Papa, quien reivindicó «hablar con los abuelos, en las raíces», y que se despidió de los malteses pidiendo «que el Señor los acompañe y que la Virgen, a quien ahora le pedimos por la paz, pensando en la amada Ucrania, los proteja. Sobre las bombas de esta guerra sacrílega, no dejemos de ayudar a quien lo necesita. ¡Que la paz esté con ustedes!».
Antes de la despedida, el arzobispo de Malta, Charles J. Scicluna, dio las gracias a Francisco «por su decisión de visitarnos» y «por su amor hacia nosotros». «Que la palabra que nos has dado hoy sea fuente de ánimo en nuestras vidas, luz en nuestro camino, consuelo en nuestras dificultades», clamó.-