El tiempo se agota, pero a la vez … se tiene tiempo

Eduardo Martínez:

El tiempo es una variable curiosa. Vemos el reloj o el almanaque, y pensamos que el tiempo se nos agota. Pero cuando pensamos en el futuro, nos damos cuenta que tenemos por delante todo el tiempo del mundo. Y es también un misterio. Tiempo que se agota, y todo el tiempo por delante, porque se nos presentan a la vez.

Tal vez el secreto, es que estamos inmersos en la “Esperanza”, una de las virtudes sobrenaturales cristianas que van de la mano con la Fe y la Caridad. Virtud que nos hace ver esas dos caras del tiempo.

La esperanza es “un estado anímico de optimismo y confianza que se presenta cuando luce factible aquello que se desea con anticipación”.

La Fe es un principio de acción, a diferencia de la Esperanza que nos puede parecer pasiva. “Cuando nos esforzamos por alcanzar una meta digna, estamos ejerciendo la Fe, porque demostramos nuestra Esperanza en algo que aún no podemos ver”. Pero sabemos que está ahí, delante de nosotros.

¿En qué punto entra la Caridad con la Esperanza y la Fe?

Si la Esperanza es un estado de ánimo, y la Fe es acción, la Caridad es la actitud personal “que implica comprender a los demás, especialmente en relación al sufrimiento ajeno”. “Una persona es caritativa si interiormente siente el impulso de ayudar al que sufre y dicho impulso se traduce en alguna acción concreta”.

Estos son tiempos en que la humanidad sufre, los venezolanos sufren. Tengamos una meta digna, veamos el sufrimiento ajeno, apelemos al impulso interior, tengamos Fe para la acción, y tengamos la Esperanza con optimismo y confianza para sentir que es factible lo que deseamos con anticipación.

Tenemos y estamos a tiempo.-

* Citas tomadas de un viejo Catecismo que esperaba por nosotros en un tramo de la biblioteca. Eso si, con algo de ayuda de Wikipedia.
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