León XIV: nuevo Papa para nuevas realidades
El nuevo Papa ha tocado temas críticos que caracterizan las nuevas realidades que confronta la humanidad y ante los cuales la Iglesia Católica debe asumir posición, tal y como lo hizo durante el papado de León XIII
José Ignacio Moreno León:
Ha sido una tradición en la Iglesia Católica que para emprender su pontificado los papas designados escogen un nombre que comúnmente recuerda a un santo o a un Papa de relevantes méritos eclesiásticos, y se estima que esa decisión responde a la orientación que el nuevo Papa pretende dar a su papado, haciendo honor al nombre asumido. Así fuel caso del recién fallecido Jorge Mario Bergoglio, reconocido como el Papa Francisco y Karla Jozef Wojtyla como el Papa Juan Pablo II.
A propósito del papado que se está iniciando con el Papa Leon XIV conviene recordar la trayectoria de León I y Leon XIII, quienes dejaron una huella histórica en su desempeño como líderes de la Iglesia católica en defensa de los valores cristianos y de lo que ha sido conformada como la civilización judeocristiana, razón por lo cual estimamos que frente a las nuevas realidades globales ha sido muy significativa y prometedora la opción escogida por Robert Francis Prevost al haber señalada su misión como el nuevo Papa con el nombre de León XIV.
San Leon Magno ( Leon I), pontífice entre los años 440 y 461 d.C, fue el Papa que, según la historia y leyenda enfrentó a Atila el Huno que había invadido a Italia, luego de arrasar parte del Imperio Romano de Occidente. Leon I encabezó una delegación de embajadores enviada por el emperador cristiano ortodoxo Valentiniano III para intentar detener a ese rey de los Hunos y, según la leyenda, en el encuentro en Mantua al norte de Italia, Atila vio a San Pedro y San Pablo armados a ambos lados del Papa, lo que lo atemorizó y obligó a retirarse. El evento consolidó la figura del Papa Leon I como autoridad moral y diplomática de primer orden y reforzó su reputación como defensor de la ciudad y de la cristiandad.
Leon XIII, Papa entre 1878 y 1903 fue un activo crítico ante la explotación laboral en desarrollo en plena Revolución Industrial con jornadas hasta 16 horas diarias y el surgimiento del marxismo con la divulgación del Manifiesto Comunista de Karl Marx. Frente a estas preocupantes realidades, Leon XIII produjo un documento en 1891 que fijó la posición como la encíclica fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia. Bajo el título de Rerum Novarum (“De las cosas Nuevas”) este documento papal se refiere a los radicales cambios económicos y sociales que estaban generándose con la Revolución Industrial.
Leon XIII en esa extensa encíclica reconocía el conflicto social con los problemas producidos entre obreros y patrones, reclamando salarios justos y el derecho a la organización de los trabajadores. Igualmente criticaba el capitalismo salvaje pero señalaba el derecho a la propiedad privada, frente a la tesis del socialismo colectivista.
La encíclica definía el papel del Estado, con el deber de proteger a los más débiles y garantizar la justicia social, desempeñando un papel no opresor, ni ausente.
La Rerum Novarum cambió la forma en que la Iglesia se relacionó con el mundo de la época, al adentrarse en el debate socioeconómico y dejar de ser un mero espectador moralista. Igualmente abrió camino a muchas otras encíclicas sociales posteriores como la Quadragesimo Anno del Papa Pío XI y Labórem Exercens de Juan Pablo II.
La reciente designación de Robert Francis Prevost como el Papa Leon XIV parece confirmar la tradición, cuando en sus frecuentes declaraciones y mensajes ofrecidos, a pesar del corto tiempo que tiene en el ejercicio de su pontificado, el nuevo Papa ha tocado temas críticos que caracterizan las nuevas realidades que confronta la humanidad y ante los cuales la Iglesia Católica debe asumir posición, tal y como lo hizo durante el papado de León XIII.
Ante las nuevas realidades que se están configurando en la sociedad posmoderna con la presencia de las preocupantes amenazas del Globalismo ahora el nuevo Papa, un prelado con raíces latinas y anglosajonas siempre ha asumido una postura clara y firme contra las dictaduras y el autoritarismo. En recientes manifestaciones como Papa ha enfatizado la importancia de la justicia y la defensa de los derechos humanos, señalando que la verdadera autoridad se basa en el amor y no en el poder y destacando igualmente la importancia de la justicia transiciónal como concepto para abordar violaciones de derechos humanos y consolidar La Paz. Recordar que durante su labor pastoral en Perú Robert Prevost estuvo alineado con el activo papel que la iglesia peruana ha desempeñado en defensa de los derechos humanos y en procesos de transición democrática.
Leon XIV está llamado a ser el nuevo líder de los más de mil cuatrocientos millones de fieles de la Iglesia Católica mundial para enfrentar las complejidades de las nuevas realidades globales y los peligros que representan para la democracia y la libertad como valores de la cultura judeocristiana. Peligros que se reflejan en las amenazas a la soberanía de las naciones, deslegitimación de la política nacional, imposición cultural desarraigada de contextos locales, dogmatismo ideológico, autoritarismo moral, judicialización del discurso, imposición de ingeniería social desde el Estado, centralización del poder, debilitamiento del pluralismo, perdida del sentido común democrático.
Confiamos en que, por la orientación de sus mensajes, el papado de León XIV esta llamado a dar un valioso aporte para el fortalecimiento de la democracia republicana, la revalorización del Estado nacional como garante de derechos, tradiciones y soberanía popular, y para fortalecer el Capital social y la ciudadanía activa como respuestas a regímenes totalitarios y violadores de derechos humanos.-
