Opinión

Charlie

La cobardía de no pocos sectores de la Iglesia han silenciado este asesinato

Fernando Luis Egaña:

No tenía idea de quien eras Charlie, hasta que un balazo en la nuca terminó tu vida en un debate en la universidad de Utah. Desde mi rincón caraqueño nunca había sabido de tu existencia.

Desde entonces he estado pendiente. Un hombre de 31 años que había dedicado su vida a luchar a contracorriente del llamado «wokismo radical», para expresar las ideas y valores que fundaron a tu país.

He visto algunos debates    que promoviste en universidades. Ponías el tema: tu oposición al aborto, tu rechazo a la ideología de género, tu defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, en fin lo que el Catecismo de la Iglesia Católica determina de manera literal. Debatías con coraje y respeto. Eso te ganó un ánimo positivo.

No eras Católico sino evangélico. Tu viuda sí era Católica y tus dos pequeños hijos crecerán, espero, con sano orgullo. Ahora sé que tenías un gran movimiento en los Estados Unidos. Y que eras muy valiente proyectando tus ideas entre la juventud.

La cobardía de no pocos sectores de la Iglesia han silenciado este asesinato. Cierto que eras un activista conservador, en términos de tu país: a favor de la Constitución democrática. Pero eso agrava la cobardía de los que tendrían el deber de denunciar tu trágica muerte.

Bueno Charlie, lamento  haberte conocido por tu muerte. Seguro estoy que tu martirio no será en vano. Dios te bendiga.-

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