Perdón, paz y concordia
Juvenal Salcedo Cárdenas:
En la línea que me he trazado de ir desmenuzando la Fratelli Tutti, voy con el perdón, paz y concordia social.
Cristo dijo: No vine a traer la paz a la tierra. Se enfrentarán hijo contra padre, hija contra la madre, nuera contra la suegra.
Una madre que cuida a su hijo y la esposa cuida a su esposo. No tiene porque no ser así. Luce lógico y humano.
¿Y cuando la esposa y la suegra se encompinchan contra el hijo-esposo? Encompincharse en el sentido bueno.
Yo olía que mi mamá y mi esposa andaban en “algo” y era verdad. Lo sentía. Después se descubrían ellas mismas.
¡Ala! ¿Le compramos esta camisa? dice mamá. Mi esposa no quería. Allá tiene un montón sin estrenar, y era verdad, pero esta camisa era al gusto de ellas.
Y volviendo a la reconciliación: no es posible decretarla. Hay personas con una gran capacidad de perdón. Ellas ayudan. Son muy útiles.
Debemos perdonar cuántas veces, preguntaban a una hermana mía, que había sido herida hondamente, que si había perdonado y ella contestó: no solamente setenta veces siete, sino siempre. Yo estaba allí y oí su respuesta.
Lección de vida: yo voy a ser perdonado en la medida en que yo perdone, y, además, la regla de oro dice: No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti.
No te hagas el sordo. Perdona.
Laus Deo.
Montréal, 10 de junio de 2021
Juvenal Salcedo Cárdenas