Francesc Torralba: “El odio es aquella pasión humana que no sabemos gestionar”
El filósofo barcelonés ha reflexionado sobre el odio en Ràdio Estel
«El odio se manifiesta allí donde hay un ser humano y se expresa a través de la violencia y la agresividad. Puede darse con mayor o menor intensidad, pero no sabemos controlarlo»
«No odiamos gratuitamente, sino que hay razones, aunque sean falsas o inventadas, que nos llevan a desear el mal de un determinado colectivo o persona»
“No nacemos para odiar sino para amar. Pero el odio existe, por tanto nos tenemos que preguntar cuál es su génesis y por qué aparece en las personas y en los colectivos, manifestándose en las redes y en las calles contra determinados grupos de población»
“Si las palabras no son neutras lo que decimos al otro puede encender una mecha que desemboca fácilmente en agresividad, violencia y, en definitiva, en un deseo de aniquilar al otro»
“El odio es una pasión humana fundamental descrita por todos los grandes filósofos, desde Platón a Descartes y pasando por Hume. Una pasión que se manifiesta allí donde hay un ser humano. Puede darse con mayor o menor intensidad, pero en cualquier caso es una pasión que no sabemos controlar y que se expresa a través de la violencia y de la agresividad”.
Así definía el filósofo y teólogo Francesc Torralba el odio ante los micrófonos del programa A primera hora, de Ràdio Estel, el martes 8 de julio. “No hemos nacido para odiar sino para amar. Pero el odio existe, por tanto nos tenemos que preguntar por qué aparece en las personas y en los colectivos, manifestándose en las redes y en las calles contra determinados grupos de población”, ha afirmado el pensador barcelonés durante su intervención en el programa conducido por Mercè Raga y Joan Tria.
“Hay que preguntarse a fondo cuál es el génesis del odio, pero lo que es evidente es que no se trata de una pasión inmediata ni espontánea, sino reactiva: no odiamos gratuitamente, sino que hay razones, aunque sean falsas o inventadas, que nos llevan a desear el mal de un determinado colectivo o persona. El odio gratuito es muy difícil de explicar; que un individuo se levante por la mañana y odie a otro, es muy extraño. Generalmente hay algún tipo de reacción a una herida o a una humillación”, ha explicado Torralba.
La comparecencia del filósofo en la emisora del arzobispado de Barcelona se produce en medio de un contexto de odio creciente por parte de ciertos sectores de la sociedad hacia personas y colectivos sobre los que pesa, todavía, una gran discriminación. Así lo demuestran, por ejemplo, el cruel asesinato del afroamericano George Floyd en manos de la policía de Minneápolis (Minnesota), en mayo de 2020; o el del joven Samuel Liz, brutalmente apalizado al grito de ‘maricón’ el pasado fin de semana en A Coruña. Por no mencionar la sistemática incitación al odio por parte de Vox contra los Menores Extranjeros No Acompañados, el colectivo LGTBI o, más recientemente, contra la revista satírica El Jueves.
“El odio hacia el otro, ya sea una persona, un colectivo, país o nación, es el que sueles ser más expresivo. Es un odio que se puede alimentar retóricamente, por tanto con esto se ha de tener cuidado porque cuando circulan impunemente todos estos discursos de odio por las redes, esto va creando un caldo de cultivo que fácilmente puede desatarse en forma de violencia y agresividad”, ha advertido el filósofo. “Si las palabras no son neutras —ha agregado— lo que decimos al otro puede encender una mecha que desemboca fácilmente en agresividad, violencia y, en definitiva, en un deseo de aniquilar al otro. Porque la finalidad del que odia, es que el otro desaparezca, se extinga”.
11.07.2021 Jordi Pacheco/RD