Eslovaquia: el Papa visitará a la Virgen de los Dolores que venció el comunismo
El santuario nace de la oración de una mujer para que la Virgen intercediera por su matrimonio. El Pontífice se presentará como peregrino ante la patrona de Eslovaquia y de las familias.
Los comunistas buscaron en los años cincuenta suprimir el santuario mariano de Šaštin, como otros santuarios en Eslovaquia.
Hoy Nuestra Señora de los Siete Dolores, patrona del país, acompaña a las familias y a quienes sufren en la pandemia. Así declaró Martin Kramara, portavoz de la Conferencia Episcopal de Eslovaquia, durante un encuentro virtual con periodistas desde Roma organizado por ISCOM, en relación con la preparación del viaje apostólico del papa Francisco a Eslovaquia (12-15 de septiembre).
“Con María y José en el camino hacia Jesús”: es, precisamente, el lema que acompaña la visita del Papa Francisco a Eslovaquia, en un viaje en dos etapas – la primera se realizará en Budapest, Hungría. Allí el Papa presidirá la misa de Clausura del 52º Congreso Eucarístico Internacional – , y la segunda, en Eslovaquia, donde visitará Bratislava, Košice, Prešov y Šaštin. (Programa, 21.07.2021).
“Los comunistas llevaron a los religiosos y a las religiosas a campos de concentración. Los monasterios fueron cerrados. También intentaron acabar con el santuario mariano de Šaštin. Los comunistas presionaban para que los eslovacos no visitaran el santuario. Pero, esto no fue suficiente, ha sido siempre un lugar amado por la gente”, dijo el sacerdote Kramara.
Añadió que el santuario es un símbolo de resistencia pacífica enraizada en los valores de la fe: “Demuestra que no tenemos miedo”. Así como indicaba san Juan Pablo II que visitó el santuario el 1 de julio de 1995 y también próxima meta del papa Francisco.
En el último día de su Viaje Apostólico, el miércoles 15 de setiembre, el Papa latinoamericano presidirá la misa en el Santuario Nacional de Šaštin, tras lo cual, a las 13.30, se despedirá en el Aeropuerto Internacional de Bratislava donde subirá al avión que partirá a las 13.45 con destino Roma/Ciampino.
Una ultima etapa significativa, además por la historia que hay detrás del Santuario, comentó el portavoz de la Conferencia Episcopal de Eslovaquia. En 1564, allí, una mujer llamada Angélica había sido abandonada por el noble húngaro Imarich Czobor, que era su marido pero la odiaba.
Desconsolada, triste y abandonada, la mujer rezó con todas su fuerzas y pidió la intercesión de la Virgen María, al mismo tiempo que le prometió erigir una estatua en honor de Nuestra Señora de los Dolores si recibía ese milagro. Su marido tuvo una reacción inesperada: volvió a buscarla y le pidió perdón. Ella cumplió su promesa. Sucesivamente el lugar se convirtió en un lugar de peregrinación, incluso visitado por Madre Teresa de Calcuta.
Dolors Massot | Aleteia
Hasta antes de la aparición del covid-19, “los eslovacos llegaban en masa al santuario el 15 de septiembre, fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, para rendir homenaje a su patrona nacional que ha estado a nuestro lado en tiempos difíciles”, afirmó padre Kramara.
“Angélica cumplió su promesa. Muchas personas manifiestan que sus oraciones han sido escuchadas”, agregó. En torno al santuario se produjeron curaciones milagrosas, reconocidas en 1732 por el obispo de Esztergom. En 1927, Pío XI proclamó a la Virgen de los Dolores patrona de Eslovaquia.
El gobierno soviético intentó suprimir la devoción popular, convirtiendo el santuario en un destacamento militar. Las imágenes de la misa presidida por Juan Pablo II en 1995 con la presencia de más de 200.000 fieles de toda Eslovaquia fue una constatación de esa larga historia de piedad popular inquebrantable y que recoge la herencia de Cirilo y Metodio (en el siglo IX d.C), también conocidos como los apóstoles de los eslavos, misioneros del cristianismo en esas tierras.
Juan Pablo II y la Virgen de los «siete dolores»
El papa Juan Pablo II también estuvo vinculado a la devoción de los «siete dolores» de María, que mencionó en particular en su primer homilía en Eslovaquia durante su viaje apostólico de 1995, seis años después de la Caída del Muro de Berlín.
“Este santuario – dijo el Papa Wojtyla- conserva el recuerdo de todo lo que conforma sus vidas: alegrías pero también tristezas y sufrimientos, que no han faltado en vuestra historia, como en la de todos los hombres y naciones de la tierra. Es bueno que el hombre tenga alguien con quien compartir alegrías y penas. Es bueno que en tu gran familia eslovaca haya una Madre a la que uno pueda confiar y confiar penas y esperanzas”.
El Papa que luchó contra el comunismo sostuvo que Nuestra Señora de los Dolores, la Madre de los Siete Dolores, es “la Madre cuyo corazón, al pie de la Cruz, fue atravesado por las siete espadas del sufrimiento, como señala la tradición”.
El santuario mariano donde peregrina el pueblo eslovaco en busca de “consuelo para su nada fácil existencia, especialmente en los periodos más marcados por el sufrimiento”, anotó. “Aquí María, la Madre de Cristo, quiere «ser una madre para ti»; quiere que seas especialmente sincero y sencillo con ella. Aquí está su morada y, gracias a que en vuestra tierra eslovaca está la casa de la Madre de Dios, ninguno de vosotros está desamparado. Todo el mundo puede venir aquí y sentirse como en casa en la casa de la Madre”.
El Papa Francisco: Nuestra Señora de los dolores en la pandemia
El Papa Francisco aseguró que mientras la gente piensa en el después de la pandemia:
“A todos los problemas que vendrán: problemas de pobreza, de trabajo, de hambre…”, pidió rezar a Nuestra Señora de los Dolores (03.04.2020).
“Una veneración del pueblo de Dios que tiene siglos de historia. Se han escrito himnos en honor a Nuestra Señora de los Dolores: estaba al pie de la cruz y la contemplan allí, sufriendo. La piedad cristiana ha recogido los dolores de la Virgen y habla de los “siete dolores”.
El Papa recorrió el significado de los siete dolores: “El primero, sólo 40 días después del nacimiento de Jesús, la profecía de Simeón que habla de una espada que traspasará su corazón (cf. Lc 2,35). El segundo dolor se refiere a la huida a Egipto para salvar la vida de su hijo (cf. Mt 2,13-23). El tercer dolor, esos tres días de angustia cuando el niño se quedó en el templo (cf. Lc 2,41-50)”.
Luego, explicó que el cuarto dolor, es cuando Nuestra Señora se encuentra con Jesús en el camino al Calvario (cf. Jn 19,25). El quinto dolor de Nuestra Señora es la muerte de Jesús, ver al Hijo allí, crucificado, desnudo, muriendo. El sexto dolor, el descenso de Jesús de la cruz, muerto, y lo toma en sus manos como lo había tomado en sus manos más de treinta años antes en Belén. El séptimo dolor es el entierro de Jesús.
El papa Francisco reza a la Virgen de los Dolores, cada tarde, cuando reza el Ángelus, y afirma que sigue estos “siete dolores como recuerdo de la Madre de la Iglesia, cómo la Madre de la Iglesia con tanto dolor nos ha dado a luz a todos”.-
Ary Waldir Ramos Díaz – publicado el 28/07/21-Aleteia.org