Opinión

Reconversión monetaria sin reconversión de salarios y pensiones

¿De quién es la culpa de esa inmensa brecha entre salario y poder adquisitivo?

Froilán Barrios Nieves:     

En realidad, es un abuso de poder la política monetaria del régimen que, sin miramiento alguno, elimina ceros, fabrica conos monetarios, hace caso omiso ante la inflación, es indiferente ante la devaluación carituresca del bolívar ante el dólar, ya que en definitiva no le roza ni por un pelo ninguna de las calamidades que martirizan a un país 

En su plácida vida de dictador capaz de regodearse decretando la felicitad popular se comporta como un Nerón tropical, aquel disfrutaba del incendio de la Ciudad Eterna, este se regocija del holocausto de un pueblo obligado a sufrir sus dislates e intemperancias con su sobresaliente declaración “la anterior reconversión de 2018 duró 3 años y 2 meses, aunque algunos apostaron a que no durara tanto”. Ante tan brutal opinión uno no sabe si reír o llorar, o creer definitivamente que, así como el miedo es libre, la ignorancia también lo es, cuando no hay propósito de educarse, aunque sea por correspondencia. 

Lo cierto del caso es que Venezuela ha vivido desde 2008 hasta el presente 2021 una danza de conos monetarios, de emisión de múltiples versiones de papel moneda, que han puesto a prueba la salud mental de un pueblo incrédulo del valor de la moneda nacional, a tal extremo que ha buscado refugio en divisas extranjeras que le dan un verdadero poder adquisitivo.  

En otras latitudes ha habido reconversiones monetarias desde el siglo XX, la más representativa el Euro que involucró inicialmente a una docena de países en 2002, en Brasil del cruzado al Real, en Perú del Inti al Sol, Argentina del Austral al Peso, en Ecuador del Sucre al dólar, y en todas se estableció equidad con el salario al momento de sus procesos de reconversión.  

Acá vamos de mal en peor, en 2008 al momento del paso del bolívar al bolívar fuerte hubo un aumento de 15 euros al salario mínimo, en 2018 con el invento del petro se estableció un salario mínimo de 30 dólares equivalente a medio petro. Para agosto 2018 el salario mínimo de 1800 bs equivalía a medio petro y este a 30 $.  

¿Pues bien, en que terminó la historia? Luego de 3 años y 2 meses de duración se desenmascaró una vez más la farsa, el salario mínimo acorde con la reconversión monetaria de 2018 debiendo ser 120 millones de bs, cerró la rueda con un salario mínimo de 7 millones de bs y una canasta alimentaria próxima a los 300 $. 

¿De quién es la culpa de esa inmensa brecha entre salario y poder adquisitivo?, Directamente de un gobierno oligofrénico en política económica, y al mismo tiempo inmensamente hábil para esquilmar el erario nacional. 

Henos hoy ante el nuevo escenario de una nueva reconversión monetaria, esta vez en peores condiciones que las sufridas en 2008 y 2018, en esta oportunidad luego de iniciarse la era si se puede llamar así del bolívar digital el pasado 1 de octubre, no se conoce ningún anuncio en materia de salario mínimo, de pensiones y jubilaciones que corren al mismo ritmo del salario mínimo constitucional. 

La dramática realidad es que al eliminar los ceros el salario mínimo y las pensiones no alcanzan los 2 dólares, y la pobreza se extiende a la cuasi totalidad de la población venezolana, situación que no se compadece con el video de un tirano mostrando pesebres y renos imágenes del primer mundo, y no de la vorágine que sucumbe a nuestro país, para demostrar que todo está bien, cuando la población está en la peor miseria de su historia. 

Froilán Barrios Nieves                                                                               Movimiento Laborista

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