El Pacto de Punto Fijo: Un modelo
El pacto solo estuvo vigente en el primer período democrático, de 1959-1964, su espíritu, debe iluminar a una nueva clase política
Jesús Mazzei:
El próximo domingo 31 de octubre, se cumplen 63 años, de la firma de este importante pacto político, clave en el desarrollo y estabilidad del régimen democrático en aquellos años difíciles. En efecto, se firmó este acuerdo político cuando se abría paso en forma tímida varios procesos de transición democrática, en un escenario complicado en el final de década de los años 50. En un contexto internacional dominado por la guerra fría y la aparición de jóvenes proyectos democráticos en el continente latinoamericano, frente a los desafíos de gobernabilidad y estabilidad, que se cernían sobre el horizonte venezolano. La ultra y la izquierda marxista–leninista venezolana, siempre ha tratado de crear un infundada leyenda negra, muy típico de su forma de accionar político (destruir y no crear) en torno al Pacto, por cierto hoy en el gobierno y como muy acertadamente afirmó el profesor universitario Dr. Nelson Chitty la Roche”…una clase política que detenta el poder desde hace ya 22 años, incapaz, inepta, incompetente, como ninguna otra en nuestra historia…”
En efecto, tres extraordinarios líderes inigualables hasta hoy: Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, con sentido de estado encararon los retos, anhelos y esperanzas de los venezolanos que en aquél momento, buscaron crear un orden político gobernable, viable y estable. Los tres gozaban de una robusta auctoritas. Fue un acuerdo tripartito, buscando intersecciones socio-políticas en el período gubernamental del 1959-64. En este acuerdo u hubo voluntad y claridad estratégica.
Para los jóvenes de hoy que no vivieron y conocieron el turbulento año 1958 y la década de los 60, llegar a este acuerdo político que buscaba crear un orden político en base al consenso no fue tarea nada fácil. Sería útil los estudiantes fueran a la prensa de la época para que vieran el desarrollo de los acontecimientos y el comportamiento de los diferentes actores, se quedarían sorprendidos. Así las cosas, fueron largo nueve largos meses, de reuniones, conferencias, estudios, en fin; paciencia, ponderación política, y laboriosa elaboración de una difícil negociación, donde intervinieron todos los actores políticos que hicieron posible la caída de la última dictadura militar del país, para firmar este acuerdo centrista, y la necesidad de articular reglas de juego político.
En efecto, se estableció una Mesa Redonda de los partidos políticos, que tenía como método de trabajo unas comisiones de enlace que a su vez estaba divida en comités de trabajo de diferentes áreas. Se laboró en forma ardua y se reconoce que la nación no puede volver a repetir la experiencia del trienio 1945-48, de conflicto político existencial, que debe haber algún grado de civilidad, diálogo, reconocimiento mutuo y entendimiento en la lucha política democrática.
Como diría uno de los claves maestros en la difusión de la ciencia política en Venezuela, el respetado académico Juan Carlos Rey, un régimen político que satisfaga ciertas condiciones de deseabilidad, equidad, consentimiento, institucionalidad y condición de viabilidad.
Así las cosas, se firma el pacto de Punto Fijo, ese 31 de octubre un día viernes, que es saludado por la incipiente y poco consolidada sociedad civil de aquel momento, como gremios profesionales, la academia, los sindicatos, la Iglesia, universidades existentes para ese entonces; intelectuales. Lo firman los partidos políticos más importantes de aquel entonces AD, Copei y URD, con la ausencia del Partido Comunista que tuvo una actitud valiente y férrea en su lucha contra la dictadura perezjimenista, que aunque no firmó el acuerdo político siempre estuvo abierto a incorporarse a él, como queda plasmado en el testimonio periodístico de la época. Por ello, reitero y sugiero ver y leer, en ese sentido, la prensa del momento La Esfera, El Nacional, El Universal o Últimas Noticias, para observar la conducta de los diferentes actores sociopolíticos tanto individuales o grupales y cómo se expresaron acerca del acuerdo y su factibilidad.
El acuerdo de Punto Fijo, desembocó en otra serie de acuerdos que se efectuaron a lo largo del año 1959, que fueron un complemento de él, son ellos normas «de unidad de acción para la defensa del régimen constitucional, protección a la Industria, lucha contra el desempleo» y otros, suscrito por los tres partidos firmantes del acuerdo el 24 de julio con carácter de reglamento del Pacto de Punto Fijo y del Programa Mínimo Común de Gobierno. Indudablemente, una consecuencia inmediata fue el proceso que llevó a elaborar y promulgar un nuevo texto constitucional; la Constitución del año 1961, por una de las élites políticas más preclaras y brillantes por su capacidad, prestigio político e intelectual, insuperable de cualquier época en la historia contemporánea venezolana.
Recomiendo finalmente, en ese sentido, a los jóvenes el texto del Dr. Naudy Suárez: Punto Fijo y otros puntos, el cual es un estudio serio y pormenorizado sobre como se llegó a ese acuerdo y los textos del eminente politólogo Juan Carlos Rey, sobre esa misma materia y el pionero libro, El Sistema Político Venezolano editado por el instituto de Estudios Políticos de la UCV, entre otros textos para su compresión y estudio.
El pacto solo estuvo vigente en el primer período democrático, de 1959-1964, su espíritu, debe iluminar a una nueva clase política. El Pacto de Punto Fijo, fue un ejemplo en acuerdos políticos similares que se trasladó a procesos redemocratizadores como el ecuatoriano o el peruano de finales de la década del 70 o en el pacto de La Moncloa en la naciente democracia española de mediados de los años 70. También fue un ejemplo de acuerdo político para las nacientes democracias centroamericanas de mediados de los 80. Necesitará Venezuela, otro acuerdo; eso lo dirán las circunstancias históricas-políticas del porvenir y estimo creo que sí.
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