Los reinados de este mundo se acaban, recuerda Cardenal
En su primera aparición pública desde agosto, debido a que está en proceso de recuperación del COVID-19, el Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, aseguró que “los reinados de este mundo se terminan, se acaban”.
Así lo indicó el Purpurado en la homilía de la Misa dominical en la Catedral de Managua el domingo 21 de noviembre, Solemnidad de Cristo Rey del Universo, en la que tomó posesión el nuevo rector del templo, el P. Said Ruiz Fajardo
“Los reinados de este mundo, llegan un momento, en que terminan, se acaban”, aseguró el Cardenal, que puso como ejemplo al Imperio romano, así como a la expresión, atribuida al rey español Felipe II, que “decía que en su reino nunca se pone el sol, pero al final desapareció”.
“Los reinados de este mundo pueden iniciar con mucha fuerza, pero llega un tiempo que desaparecen; sin embargo, el reinado de Cristo cada día crece, porque como la semillita de mostaza crece en el corazón”.
El Cardenal también puso de ejemplo al grano de trigo que es pequeño y da como fruto una “espiga con miles de granos. Es el reinado de Jesús, su reinado en el corazón con mucha bondad. La carta magna de este reinado de Jesús es el amor. En esto conocerán que son mis discípulos, si se aman, nos amamos”.
“El reino de Cristo es un reino con bases fuera de serie: la verdad, la justicia, la paz, la libertad y la vida. Y ese es el reino al cual nosotros estamos llamados a anunciarlo, para que ese reino se implante en el corazón de la humanidad, una comunidad muy tensa”.
El Arzobispo pidió luego a los fieles que recen por él y por los sacerdotes, para que “seamos promotores de este reino. Como bien decían los apóstoles, no podemos callar lo que hemos visto y lo que hemos oído. Lo que dice Pablo: esto escuché y esto transmito”.
“No nos cansaremos, aún en medio de oscuridad y tensiones, de anunciar este reino, un reino fuera de serie, el reino de Jesucristo que tiene sus bases en el corazón y da fruto”, subrayó el Cardenal.
“Si Cristo es nuestro rey, María nuestra madre es nuestra reina. Tenemos estos dos grandes pilares en nuestra vida”.
Cristo efectivamente es “rey, pero su reinado es un reinado fuera de serie. ¿Por qué digo esto? Porque nos imaginamos a un rey con hermosas vestiduras, custodiado por un ejército, yendo acompañado y protegido de aviones, tanques, viviendo en palacios, pero Cristo Rey nos dice ‘no tengo donde reposar mi cabeza’”.
El Cardenal recordó luego una reflexión del Papa Francisco: “¡Qué hermoso mirar en medio de la oscuridad, mirar hacia arriba y descubrir a ese rey, en medio de la oscuridad de nuestras vidas, poder ver el reflejo de ese rey que viene y no nos abandona. Siempre está pendiente y nos acompaña”.
Si bien el Purpurado no hizo ninguna mención específica sobre la realidad política de Nicaragua, su homilía se dio dos semanas después de las elecciones, denunciadas por muchos como fraudulentas y en las que hubo alrededor de un 80% de ausentismo.
En estas fue reelegido para un periodo más de cinco años el presidente Daniel Ortega, que gobierna el país desde hace 14 años.
El Arzobispo de Managua expresó su alegría de poder celebrar la Misa y así hacer con los católicos de Nicaragua “una de las profesiones de fe más hermosas. Poderle decir a Jesús: tú eres mi rey, el rey de mi vida, tú eres el rey de mi familia, tú eres el rey de esta patria. Y que hermoso que podamos hacerlo totalmente convencidos”.
“Pensaba en este pueblo de México cuando estaba viviendo tensiones, cuando la Iglesia tenía problemas, cuando sufría persecuciones, aquellos cristianos tenían ese grito, como un grito de batalla: ‘¡Viva Cristo Rey!’. Y junto a este grito, el amor grande a la Virgen de Guadalupe”.
El Cardenal animó luego a los fieles a cantar el coro de la canción que dice “anunciaremos tu reino Señor”, y exclamó varias veces: “¡Viva Cristo Rey!”.-