Testimonios
Testimonio de Sor Nadieska
La monja que publicó una súplica por la no violencia el 15N en Cuba
Hace exactamente una semana escribí una SÚPLICA ABIERTA, donde todo el trasfondo de la misma era un llamado a la PAZ, al respeto y a la libertad de expresión, a dejar que los que sintieran deseo de marchar pacíficamente se les dejara hacerlo sin amenazas, vigilancia o agresiones verbales.Ayer, 15 de noviembre, fue un día intenso. Muchos lugares estaban vigilados con militares, policías y agentes vestidos de civil. Por supuesto que hubo actos de repudio organizados, personas llevadas de un pueblo a otros a fin de gritar, insultar y defender agresiva y vulgarmente a los que los dirigen e incluso los manipulan.En medio de toda esa realidad, que era justamente la que no quería que aconteciera, cerca de las 3:00 pm me avisaban de una situación muy delicada de un familiar mío que está hospitalizado y el diagnóstico es muy serio. Comenzó una mezcla de sentimientos, pero tenía que concentrarme en mi familia, estar, apoyar… Al rato, decidí colocar una imagen de la Virgen de la Caridad en el balcón de la casa. Quienes han pasado por el frente saben que había una, pero el aire y la lluvia la dañaron, y no quería que el cartel permaneciera sin nada, así que colocamos la imagen de nuestra Madre para que todos la pudieran mirar nuevamente y sentir su cariño y protección maternal.Sobre las 5:30 pm, decidí salir a caminar, ni siquiera pensé en el malecón, solo quería caminar y visitar a una amiga. Nada más asomarme y poner los pies en los escalones de la entrada de la casa, vinieron hacia mí alrededor de 13 personas. Mientras iban llegando, se avisaban con gritos, silbidos… De ese grupo habló una señora para preguntar cuál de las que íbamos era S.Nadieska. Yo respondí: «Soy Yo, ¿por qué?» Y la respuesta fue: «Usted tiene PROHIBIDO SALIR HOY». Les pregunté quién era la persona que había dado esa indicación y, además, quién es ese ser que tiene poder sobre mí. La respuesta fue que era lo que estaba mandado, y la señora a su vez me dijo: «Yo soy una representante del partido y USTED NO PUEDE SALIR». Tratando de mantener la calma les dije: «Lo siento, es impensable, es INCREÍBLE que yo no pueda caminar en mi país, en mi entorno. Lamento lo que les han ordenado en relación a mi persona, pero yo voy a salir». Volvieron con el mismo discurso y yo mantuve mi postura. Al final, hicieron una llamada y me permitieron caminar, por supuesto, todo el tiempo custodiada.Sí, esto aconteció, y yo aún sigo con mis preguntas: ¿A qué le temen? ¿Qué puede hacer una mujer o un hombre desarmado? Caminar, simplemente caminar. ¿Eso atemoriza a tantos?Vuelvo a mi SÚPLICA: Dios de mi corazón, danos la luz para acoger al que piensa diferente. Que el odio no es, ni sea el camino. Que la represión no siga siendo el modo que prevalezca, porque sigo convencida de que nuestra Patria la construimos TODOS; para eso nos has regalado el ser diferentes. Esa sigue siendo la mejor bendición que tú, Jesús de Nazaret, nos regalaste, y con tu vida nos enseñaste que el Amor vence al odio. Te pido que bendigas a esta tierra y nos permitas que podamos VER y HACER realidad nuestros sueños de inclusión, donde cada VOZ, por pequeña que sea, se tenga en cuenta, porque Cuba es de todos sus hijos.Madre del Cobre, bajo tu amparo nos seguimos cobijando. S.Nadieska Almeida.H.C