Queridas amigas:
“La gran tentación en los momentos de crisis o dificultad es encerrarse para cuidar lo poco que se tiene, esperando, escondidos y acariciando recuerdos, la llegada de tiempos mejores”. (Carta del Papa Francisco al FIAC, 9/11/2021). Vivir un Adviento y una Navidad “como de costumbre” puede ser una tentación fuerte en este diciembre 2021, cuando la pandemia -que no nos abandona por completo- nos ha obligado a replegarnos sobre nosotros mismos y, en cierto sentido, a frenar la marcha de nuestras organizaciones.
Por el contrario, si como mujeres buscamos sintonizarnos con el corazón de nuestra Madre en este tiempo litúrgicamente fuerte, nuestra actitud será caracterizada por una audaz esperanza y valiente creatividad. Así se nos presenta María, una pobre jovencita prometida a José y embarazada del Hijo del Padre, cuando se dirige presurosa a ayudar a su prima Isabel, cuando se dispone a dar luz en una gruta de animales y luego, cuando presenta el Niño Jesús a pastores y magos de Oriente para su adoración. Todo en su vida cambió y Ella reaccionó con audacia, con la esperanza puesta en Dios, con valentía para encarar los cambios y creatividad ante la crisis vital. ¡Qué mujer resiliente!
La UMOFC ha recibido recientemente miles de testimonios resilientes a través de su Observatorio Mundial de las Mujeres. El Proyecto socio-pastoral sobre el impacto del Coronavirus en las mujeres del continente latinoamericano y caribeño, particularmente en las más vulnerables, nos ha permitido dialogar con 25 expertas de 14 países y recibir las manifestaciones de más de 2000 mujeres de dicha región. Hemos escuchado vivencias conmovedoras, que nos han permitido adentrarnos en sus carencias y sufrimientos como también aprender de sus buenas prácticas.
Esta experiencia me recuerda la audiencia privada con el Papa Francisco en 2020. Fue entonces cuando, a lo largo de una conversación cordial, desarrollada en una atmósfera distendida y familiar, el Santo Padre nos dijo que a la Iglesia la llevan adelante las mujeres. Él nos exhortó a tener coraje como María Magdalena, a ser valientes y audaces con respecto a Pedro y a los demás apóstoles. Así mismo, él tomó a su cargo las necesidades de la UMOFC, afianzó nuestra creatividad y nos llenó de esperanza.
Queridas amigas, mostremos los talentos femeninos a través de las acciones concretas de nuestras organizaciones. ¿Nos dejamos interrogar por cuestiones actuales tales como: “cómo encarar nuestra conversión ecológica”, “qué necesitamos para adquirir un estilo sinodal” y “qué conviene cambiar para estrechar vínculos entre las organizaciones miembros de la UMOFC”? La persistencia en nuestra oración, el discernimiento comunitario y el conocimiento entre las organizaciones de la UMOFC nos pueden ayudar.
Si nos actualizamos en la doctrina social de la Iglesia, reflexionando nuevamente sobre Laudato si y Fratelli tutti, tomaremos más conciencia de sus exigencias. Y ¡qué mejor que aprovechar el tiempo de Adviento y Navidad a fin de sintonizarnos con el corazón de María! Así podremos responder a estas exigencias como Ella, con audaz esperanza y valiente creatividad. (Cfr. Video mensaje del Papa Francisco al Festival de Doctrina Social de la Iglesia, 25/11/2021).
Colaborar en un cambio postpandemia nos exige, además, estar atentas y reaccionar ante las leyes contrarias al Evangelio o al magisterio de la Iglesia que gobiernos de diversos países han aprobado durante los meses de confinamiento, pues no se podía manifestar oposición pública a ellas. Las prexistentes situaciones de violencia contra las mujeres y de falta de protección de las familias, se incrementaron durante la pandemia. Mayor razón para dar voz a quienes padecen dichas discriminaciones y para unir, como en una red, nuestras acciones.
Les deseo una feliz y santa Navidad, sintonizándonos con el corazón de María de Belén,
María Lía Zervino, Servidora
