¿Una Virgen que llora aceite y miel?
Se trata de una imagen de la Nuestra Señora de Fátima que ha cobrado notoriedad en los últimos años
Una imagen proveniente desde Brasil y que está vinculada a la denominada Nuestra Señora de la Miel. En las últimas semanas el obispo Edmilson José Zanin hasta llegó a registrar imágenes que difundió a través de las redes sociales.
Lo que tienes antes tus ojos proviene de la localidad de Mirassol, San Pablo, Brasil. Se trata de una imagen de la Nuestra Señora de Fátima que ha cobrado notoriedad en los últimos años (casi 30 años) por una particularidad: llora agua, sal, aceite y miel.
Al menos así lo manifiestan los testigos, entre ellos monseñorEdmilson José Zanin, quien en sus redes sociales ha compartido en el mes de octubre algunas imágenes.
“Hoy (03/10/2021) en AGUAS DE SANTA BÁRBARA NUESTRA SEÑORA ESTÁ LLORANDO MUCHA MIEL Y ACEITE. Qué hermosa señal de Dios a través de nuestra querida madre. Alabado sea Dios”, escribió en esa ocasión. Lo hizo compartiendo también algunas imágenes.
También publicó un video durante una recorrida de la Virgen donde impresiona el fenómeno:
Detrás de esto hay una historia vinculada una mujer llamada Lilian Aparecida, devota de la Virgen de Fátima, que recibió el obsequio de una imagen desde la ciudad de Fátima en 1991. Según algunos reportes, el 13 de mayo de 1993 la mujer notó que de la imagen brotaban lágrimas. Esto generó un traslado de la imagen a una iglesia, pero también con otra curiosidad: lo que empezó a brotar fue miel, además de sal y aceite. Todo esto hizo que de manera cariñosa se la llamara Nuestra Señora de la Miel.
Más imágenes aquí (galería):
Si bien hasta el momento no se habla de reconocimiento oficial de la Iglesia, lo cierto que lo que sucede con esta imagen despierta admiración y ha estado recorriendo varios lugares.
En los últimos días hubo trascendidos que dan cuenta de un análisis de laboratorio que la miel no es producida por ninguna especie de abejas en el mundo. Claro está, en esto lo que debe imperar es la cautela y esperar cómo avanza el proceso de investigación, además de la respuesta de la Iglesia. Por lo pronto, lo que ahí sucede, llama mucho la atención.