Leonardo Vera: Reanimación económica es provocada por factores de corto plazo con efectos limitados
Leonardo Vera, economista, MA, Ph.D – Profesor Titular de la Escuela de Economía de Universidad Central de Venezuela, hace referencia a la gran polémica han causado afirmaciones y cierta evidencia preliminar que indican que la economía venezolana registra una «moderada reanimación», recordando que desde Clément Juglar, a mediados del s. XIX, sabemos que las crisis tienen una naturaleza periódica (cíclica).
A través de su cuenta oficial en Twitter, el especialista advierte que la reanimación no ha sido provocada por impulsos fiscales, por mayor volumen de comercio exterior o mayores inversiones, explicando que lo que está detrás, es un ligero despertar del consumo privado, una reasignación de recursos producto de la crisis, y una mayor movilidad post pandemia.
En el caso de Venezuela ha tomado casi 8 años para que esto suceda. Así que la sorpresa no es que haya una minúscula reanimación (que caracterizaremos más adelante), sino más bien que le haya tomado tanto tiempo a Venezuela encontrarla.
Al final, en ausencia de intervenciones eficientes para mitigar los efectos de la crisis, ciertos re-arreglos de las fuerza productivas del sector privado se han ocupado de provocar la reanimación. Pero es una reanimación provocada por factores de corto plazo con efectos limitados.
Las pérdidas de recursos y capital humano, de capital físico y de capital financiero, condicionan gravemente el crecimiento hoy y futuro de la economía venezolana, cuyo motor más importante, el de los hidrocarburos, también está averiado.
Estima que el consumo privado viene aumentando de la mano del proceso de dolarización de los ingresos y del salario, agregando que hay un incremento gradual de los salarios que paga el sector privado en dólares y esto es recogido, por ejemplo, en la última encuesta de coyuntura industrial de Conindustria..
Advierte que no debemos confundirnos, los ingresos laborales han mejorado, pero siguen siendo muy bajos si comparamos con otros países pares de la región, lo cual contrasta con el hecho de que Venezuela se viene haciendo un país caro en dólares, afirmando que esa brecha será uno de nuestros inmediatos problemas.
El buscador de Google Maps también indica que la movilidad viene en aumento, luego del difícil año de encierro parcial motivado por la pandemia del COVID-19.. y eso desde luego imprime más dinamismo a la economía (oferta de trabajo, entregas, y demanda).
Revela que tanto el índice actividad económica mensual del Observatorio Venezolano de Finanzas; la producción de alimentos reportada por CAVIDEA y el índice de producción industrial trimestral reportado por la Encuesta de Coyuntura Industrial de Conindustria, todos indican una ligera reanimación éste año 2021.
Afirma que más allá de moderada, la reanimación también puede ser calificada como desigual, y es que no ha llegado igual ni sectorial, ni espacialmente. Tampoco a nivel intra-urbano. Son retazos del país muy singulares y concentrados donde la vida está cambiando. Donde la exuberancia choca.
Asegura que crecer económicamente no es la sorpresa, tampoco es del todo el problema, advirtiendo que el problema de fondo es ¿cómo crecer con vigor y en forma sostenida por muchos años?. Y aterriza en la realidad: ¿Cómo hacerlo si no tenemos siquiera crédito, con la pésima calidad de los servicios básicos, sin combustible, sin buena conectividad, aislados comercial y financieramente del mundo, y en medio de un enconado y permanente conflicto político?, por destacar algunos obstáculos, más claro imposible.
Estima que la hora de las arengas, del monopolio de los micrófonos y del engaño va menguando, y la gente quiere comenzar a trazar un camino menos incierto, consensuado, con oportunidades y que vislumbre prosperidad para muchos y no para unos pocos.
Recomendando que ahí debemos tener el arrojo como sociedad de apuntar certeramente hacia nuevos liderazgos y acciones colectivas que despachen de una vez la diatriba tóxica, improductiva y vacía.-