Rusia sigue insistiendo en el peligro de una nueva crisis de los misiles con EE.UU. como la de Cuba en 1962
Kiev considera una retórica hostil equiparar la situación actual con el momento más peligroso de la Guerra Fría
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, lanzó el pasado 9 de diciembre, mientras el presidente norteamericano, Joe Biden, llamaba por teléfono a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que la actual situación de tensión existente entre Rusia y Estados Unidos a cuenta de Ucrania es equiparable, por el riesgo de que desencadene una guerra a gran escala, a la crisis de los misiles de Cuba de 1962.
Riabkov reiteró ayer de nuevo tales temores pese a que aparentemente todo parece encaminado a un diálogo en enero entre Washington y Moscú que evite tal peligro. A juicio del viceministro ruso, comparar la crisis de los misiles con la actual confrontación motivada por las tensiones en torno a Ucrania «no es una exageración, no es una declaración muy fuerte».
En Kiev, sin embargo, sí les parece «desmedido» que Moscú haga tales comparaciones. La presidencia ucraniana había calificado de «retórica hostil hacia Ucrania equiparar la situación actual con el momento más peligroso de la Guerra Fría», en referencia al enfrentamiento que vivieron Moscú y Washington en octubre de 1962 cuando se pudo constatar que la Unión Soviética había desplegado en Cuba misiles nucleares apuntando a Estados Unidos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, insistió en su rueda de prensa anual del pasado jueves que la inclusión de Ucrania en la OTAN sería traspasar «una línea roja inaceptable para Rusia», ya que, explicó, supondría el emplazamiento en el país vecino de «misiles de alcance medio» como los que la URSS instaló en Cuba hace casi 60 años y que cerca estuvieron de provocar el mayor conflicto tras el final de la II Guerra Mundial.
«Garantías de seguridad»
Ante esta situación, Moscú presentó el pasado 17 de diciembre sus exigencias sobre las «garantías de seguridad» que espera obtener en sus conversaciones con EE.UU. y la OTAN para evitar un agravamiento de la situación. Putin ha amenazado incluso con llevar a cabo acciones de carácter «militar y técnico», si tales propuestas sobre seguridad son ignoradas, aunque él mismo reconoció durante su comparecencia ante la prensa haber observado una actitud «positiva» por parte de Washington y Bruselas a sus exigencias sobre seguridad. «Se han designado ya representantes por ambas partes», aseguró, de cara a los encuentros previstos en enero con EE.UU. y la Alianza Atlántica.
Ayer, no obstante, Riabkov pidió que tales demandas «se tomen muy en serio» y no se perciban como algo extralimitado. Urgió además a iniciar las conversaciones sin pérdida de tiempo. Aunque Putin ya señaló enero como el mes cuando comenzará el diálogo al respecto y ayer también lo confirmó el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, al anunciar que su país «mantendrá a principios de 2022, tras el final de la fiestas de Año Nuevo en Rusia, la principal ronda de conversaciones con Estados Unidos sobre garantías de seguridad». Luego, añadió, vendrán las negociaciones con la OTAN con participación de militares de alto rango.-
Rafael M. Mañueco-Moscú/ABC de Madrid