“La pobreza extrema se explica con su contraparte: la riqueza extrema”
El Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano, Mons. Jorge Eduardo Lozano, reflexiona sobre las desigualdades que afronta la sociedad
Reflexionar sobre la sociedad enferma en que vivimos es el propósito de Mons. Jorge Eduardo Lozano en su mensaje semanal. Se trata de algo que viene de años atrás, “aun antes de la pandemia del Covid 19”, una sociedad “enferma de violencia, de inseguridad, de avaricia, de adicciones…”.
Informe OXFAM: una situación social grave
El secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), comienza sus palabras colocando el ejemplo de la situación que se da “cuando el médico nos encomienda realizarnos estudios”, afirmando que en ese momento “estamos pendientes de los informes. Incluso, si tienen cierta complejidad, la ansiedad y preocupación son crecientes. Una vez conocidos los resultados viene el tiempo del tratamiento a realizar, que será más prolongado y complejo según la gravedad de la situación”.
A partir de ahí quiere analizar el informe publicado esta semana por OXFAM, “que nos muestra la gravedad de la situación social a nivel global”. Mons. Lozano se refiere al título del informe: “Las desigualdades matan”, que considera “tan elocuente como preocupante”. A partir del informe, recoge algunos de los datos consignados en él.
Una crisis económica de grandes proporciones
Según el arzobispo de San Juan de Cuyo, “todos reconocemos que la pandemia provocó una crisis económica de grandes proporciones”, recordando que “en América Latina implicó un retroceso cercano al 10% en promedio en la calidad de vida de la población”. Esto ha provocado diferentes consecuencias: “postergar un viaje, una mudanza, un arreglo en la casa”, para algunos. Pero “para muchos implicó caer bajo la línea de la pobreza y necesitar asistencia alimentaria; deterioro de la salud; involución en el proceso educativo. Una desventaja que se agudiza”.
Frente al incremento de la pobreza para el 99% de la población mundial, como consecuencia de la pandemia, denuncia que “no faltaron quienes se enriquecieron cuantiosa y escandalosamente: ¡las 10 personas más ricas del mundo duplicaron su riqueza!”. Por eso llaman inescrupulosos a quienes ante “lo que es un desastre global económico, afectivo, laboral, sanitario, educativo, es oportunidad de hacer negocios y fortalecer la avaricia insaciable. Aparecieron unos ‘milmillonarios’ que acapararon fortunas”.
Voracidad para crecer sea como sea
Sin olvidarse del crecimiento de iniciativas solidarias, Mons. Lozano insiste en que “los poderes económicos no cesan de acaparar en su voracidad para crecer sea como sea”. Por ello denuncia que “la pobreza extrema se explica con su contraparte: la riqueza extrema. No se entiende una sin la otra”.
La consecuencia de eso es que “los más empobrecidos han sido obligados a migrar en búsqueda de mejores condiciones laborales, exponiéndose a ser secuestrados cayendo en las redes de la Trata de Personas para la prostitución, el trabajo esclavo, el tráfico de órganos”.
Muerte a causa de la desigualdad y la pobreza
El secretario general del Celam denuncia que “la inequidad también se plasmó en la imposibilidad de acceso a las vacunas y el cuidado de la salud en varios lugares del mundo”. Y junto con eso, como recoge el informe de OXFAM, “en el planeta muere una (1) persona cada cuatro (4) segundos a causa de la desigualdad y la pobreza”.
Para el arzobispo argentino, “la pandemia puso en evidencia inobjetable una situación de inequidad preexistente. Es un proceso que lleva décadas”. Eso se manifiesta en el hecho de que “desde 1995 el 1% más rico del mundo acaparó 20 veces más riqueza que la mitad más pobre de la humanidad”. La consecuencia es que “con estas cifras asistimos a una fractura en la sociedad de difícil solución”. Por eso no duda en encerrar sus palabras diciendo que “las desigualdades matan. Es cierto”.