¿Es posible controlar el fraude electoral y la corrupción con la tecnología de blockchain?
La tecnología de blockchain organiza la información en bloques de datos conectados a través de enlaces con claves públicas y privadas que aseguran el anonimato del dueño de la información
Germán G. Creamer:
Los cambios de péndulo de gobiernos en Latinoamérica de izquierda a derecha y viceversa, no se dan solamente por un cambio de orientación política. En muchos casos es una lucha de poder para acceder al botín de los fondos públicos como se observa en la serie de gobiernos populistas que han minado la economía de los países donde son elegidos. Una vez que un gobernante corrupto se instala en el poder, hace todo lo posible para ser reelegido indefinidamente. Por esto, aunque el proceso electoral y la lucha contra la corrupción aparentemente son problemas diferentes, su solución puede estar basada en la tecnología de blockchain (cadena de bloques) caracterizada por la transparencia de las transacciones, la capacidad de auditar todos los movimientos, y asegurar el pseudo-anonimato de los participantes.
La tecnología de blockchain organiza la información en bloques de datos conectados a través de enlaces con claves públicas y privadas que aseguran el anonimato del dueño de la información. Es un sistema descentralizado que puede ser accedido por muchas computadoras localizadas en diferentes partes del mundo sin necesidad de una unidad central que coordine todas las transacciones. Adicionalmente, la creación de cada bloque requiere la solución de problemas computacionales que facilita la seguridad y descentralización del sistema ya que el costo de descubrir las claves o los nuevos bloques de información por “hackers” pueden ser mayor a su beneficio. La tecnología de blockchain es principalmente conocida porque sobre ella se ha desarrollado las criptomonedas como el bitcoin y es el fundamento de lo que se conoce como finanzas descentralizadas (DeFi). Sin embargo, existen numerosas experiencias en que se ha aplicado esta tecnología para resolver problemas sociales y políticos.
Desde el punto vista de apoyo a la democracia, es posible diseñar un sistema de votación a nivel nacional basado en la tecnología de blockchain en que se conduzcan elecciones seguras y confiables. La mayor duda cuando se conducen elecciones en países liderados por gobiernos corruptos es la prevención del fraude electoral. Esto se puede dar por problemas de seguridad de los datos al bloquear el acceso a votantes que se conocen apoyarían al candidato opositor o al apropiarse de los votos de personas fallecidas o de quienes se encuentran en países donde no pueden votar. A través de la tecnología de blockchain es posible recuperar todos los movimientos del sistema lo que permite realizar auditorías que indiquen cuando y que cuentas introdujeron cambios en el proceso. De esta manera, también se facilitaría el rol de los observadores externos quienes podrían seguir el sistema y detectar cualquier movimiento importante ya sea de aumento o disminución significativa de votantes como es típico en los casos de fraude. Adicionalmente, es posible monitorear en tiempo real los resultados locales que deben ser consistentes con los agregados regionales y nacionales.
Desde el punto de vista del electorado, cada votante recibiría un código asociado con su voto que le permitiría evaluar si este fue alterado. Adicionalmente, al ser un sistema descentralizado es posible integrar la votación de los ciudadanos en el exterior garantizando el anonimato de cada participante y evitando las represalias o compra de votos en favor de cierto candidato.
La seguridad del sistema es fortalecida si su desarrollo es basado en los principios de código abierto que permite la colaboración de expertos que puedan estudiar la vulnerabilidad y corregir posibles fallas del sistema.
Estos mismos principios se aplican a los sistemas de contratación pública los cuales son la principal fuente de corrupción y que en el caso de Venezuela mantiene a flote al gobierno dictatorial de Maduro al distribuir sus beneficios entre quienes lo apoyan. El principal problema con los sistemas de contratación pública es su falta de transparencia en la asignación y en el manejo de los contratos. Para controlar la corrupción, los países nórdicos europeos han implementado una política de cuentas públicas abiertas lo cual facilita su monitoreo por los auditores y la ciudadanía. En este sentido, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha actuado como intermediario entre el gobierno y los organismos financieros multilaterales asegurando la transparencia y el seguimiento de las reglas de contratación internacional con su adecuada auditoria en el desembolso de los préstamos, pero cobrando un porcentaje del valor manejado. Si bien esta es una solución que ha ayudado a mantener la transparencia de contratos públicos, su manejo representa un costo importante para el país y además implica que el gobierno esté dispuesto a abrir sus cuentas a un organismo externo lo cual no es aceptable para el actual régimen dictatorial chavista. Si se elabora un sistema de contratación pública basado en blockchains, la transparencia del sistema, la capacidad de ser auditado en cualquier momento y de seguir todas las transacciones hasta su origen facilitan no solo el trabajo de los auditores externos sino de cualquier ciudadano interesado en la gestión pública. En Colombia, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha desarrollado un proyecto, como prueba de concepto, en el área de contratación pública usando la plataforma de blockchain Ethereum.
La tecnología de blockchain también puede usarse para desarrollar un sistema automático, transparente y eficiente para el cálculo y cobro de impuestos, disminuyendo las oportunidades de desviación de los fondos públicos. Adicionalmente, la transparencia en el manejo de las cuentas públicas ayuda a disminuir la evasión fiscal al aumentar la confianza en el gobierno. Como ejemplo, se puede mencionar un sistema exitoso basado en blockchain para manejar el impuesto del valor agregado a la alta población turística de Tailandia.
El problema principal en el caso de Venezuela es que el régimen de Maduro boicotea la implementación de cualquier sistema transparente de votación o de manejo de las cuentas públicas como lo hizo con el referendo revocatorio del 2022. Sin embargo, la oposición unida y/o organizaciones de la sociedad civil como es Plavenex, la Plataforma de Venezolanos en el Exterior, pueden desarrollar sistemas de votación seguros y anti-fraude que incluyan a los venezolanos fuera del país. La principal limitación para su implementación es política dado que desde el punto de vista técnico se puede lograr a través de la tecnología de blockchain.
Paradójicamente, para hacer realidad el himno nacional “¡Abajo Cadenas!”, la tecnología de cadena de bloques (blockchain) puede unir al pueblo venezolano en el mundo y a romper sus cadenas de opresión.