El Papa: «La violencia que sufre cada mujer y cada niña es una herida abierta en el cuerpo de Cristo»
Un videomensaje con motivo de la 8ª Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas
El Papa envió ayer un videomensaje con motivo de la 8ª Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas. «la organización de las sociedades en todo el mundo está todavía lejos de reflejar con claridad el hecho de que las mujeres tienen la misma dignidad e idénticos derechos que los hombres», aseguró el Pontífice
«Cuidar juntos, hombres y mujeres, es el llamamiento de esta Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de seres humanos: juntos podemos favorecer el crecimiento de una economía del cuidado, oponiéndonos con todas nuestras fuerzas a toda forma de explotación en la trata de seres humanos» expresó el papa Francisco en un videomensaje difundido ayer, martes 8 de febrero, con motivo de la 8ª Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas.
Sobre el tema de este año, «El poder del cuidado. Mujeres, economía y tráfico de personas», Francisco invitó «a reflexionar sobre la condición de las mujeres y las niñas, sometidas a múltiples formas de explotación, también a través del matrimonio forzado, la esclavitud doméstica y el trabajo esclavo».
«Las miles de mujeres y niñas que son víctimas de la trata cada año denuncian las dramáticas consecuencias de los modelos relacionales basados en la discriminación y la sumisión, y no es una exageración, ¡son miles!», subrayó. Así, explicó el obispo de Roma, «la organización de las sociedades en todo el mundo está todavía lejos de reflejar con claridad el hecho de que las mujeres tienen la misma dignidad e idénticos derechos que los hombres». Remitiendo a la encíclica Fratelli tutti señaló que, «desgraciadamente se constata que ‘son doblemente pobres las mujeres que soportan situaciones de exclusión, maltrato y violencia, ya que con frecuencia son menos capaces de defender sus derechos’».
La trata de personas, prosiguió, «a través de la explotación doméstica o sexual, relega violentamente a las mujeres y niñas a su supuesto papel de subordinación, en la prestación de servicios domésticos o sexuales, y a su rol de proveedoras de cuidados y dispensadoras de placer, lo que propone una vez más un modelo de relaciones marcado por el poder del género masculino sobre el femenino. Esto ocurre aún hoy, y a un alto nivel».
La trata de personas es violencia
Igualmente, en el videomensaje el Santo Padre recordó que «la trata de personas es violencia». «La violencia que sufre cada mujer y cada niña es una herida abierta en el cuerpo de Cristo, en el cuerpo de toda la humanidad; es una herida profunda que nos afecta también a cada uno de nosotros», añadió.
Sobre esta cuestión, el sucesor de Pedro señaló que «juntos podemos y debemos luchar para que los derechos humanos se interpreten de manera específica, respetando la diversidad y reconociendo la dignidad de cada persona, con especial atención a aquellos cuyos derechos fundamentales han sido violados» y rememoró a Santa Bakhita en el día de su festividad explicando que ella, «nos muestra el camino de la transformación. Su vida nos dice que el cambio es posible cuando uno se deja transformar por el cuidado que Dios tiene de cada uno de nosotros».
«Cuidar juntos, hombres y mujeres»
Al mismo tiempo, el Papa animó a toda mujer y a toda niña «que se comprometa a transformarse y a cuidarse, en la escuela, en la familia y en la sociedad», y también a cada hombre y a cada niño «a no quedarse fuera de este proceso de transformación, recordando el ejemplo del Buen Samaritano: un hombre que no se avergüenza de atender a su hermano y de cuidarlo».
«Cuidar juntos, hombres y mujeres, es el llamamiento de esta Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de seres humanos: juntos podemos favorecer el crecimiento de una economía del cuidado, oponiéndonos con todas nuestras fuerzas a toda forma de explotación en la trata de seres humanos», concluyó.-
(Aica/InfoCatólica)