Miembro de Fédération Pro Europa Christiana lleva 50.000 medallas milagrosas a la guerra de Ucrania
Nos hemos puesto en contacto con Miguel Ángel Gutiérrez, miembro de la Fédération Pro Europa Christiana, que se ha desplazado desde Roma a Ucrania para llevar miles de medallas milagrosas y con ellas la esperanza a un país en guerra. Se trata de una iniciativa de la mencionada entidad junto a la asociación Luci sull’Est Italia.
Felizmente está ya de regreso a la Ciudad Eterna. En el momento de hacer esta breve entrevista se encontraba pernoctando en Polonia tras pasar 6 horas en la frontera ucraniana.
¿Por qué la Fédération Pro Europa Christiana decidió enviar un gran número de medallas milagrosas a Ucrania?
Los obispos de Ucrania pidieron consagrar Rusia al Corazón Inmaculado de María y pidieron al santuario de Fátima una estatua de la Virgen para estar en el país. Esto nos dio la certeza de que el drama de la guerra se combate sobre todo en el campo espiritual. De ahí la idea de enviar y distribuir la medalla de la Virgen que más gracias ha operado, “la medalla milagrosa».
¿Cuántas fueron exactamente y como las fue distribuyendo?
Por el momento llevamos 50 mil. Como es de imaginar es difícil llegar a pueblos y ciudades pequeñas. Así que enviamos 20 mil para Kiev y 20 mil para el obispo auxiliar de Leópolis, Mons. Kava, que siendo franciscano conventual sigue la espiritualidad de san Maximiliano Kolbe de difundir la medalla milagrosa. El resto fueron distribuidas a los fieles de las iglesias de Leópolis, particularmente donde está la Virgen peregrina de Fátima.
¿Sintió miedo al tener que adentrarse en un país en guerra con la espada de Damocles de posibles bombardeos, tanques…?
Cuando recibí el mensaje de un sacerdote amigo, el padre Paulo Vyskosky misionero OMI, que de Kiev él y su comunidad se quedaban a dar asistencia espiritual y caritativa a las personas atrapadas, yo pensé que si ellos tenían ese coraje y celo por las almas estando en una zona muy cerca del frente de batalla, yo me tenía que armar de ese coraje y más yendo a una zona menos afectada por el conflicto.
¿Qué testimonios podría destacar de gente que se ha visto confortada por la medalla de la Virgen?
Lo que más me ha impresionado es como las personas agradecían la medalla. Los católicos de Ucrania han sufrido persecución y martirio por décadas, son de una fe muy profunda pues fue forjada con sangre. Y el saber que en otros países están rezando por ellos y que esa medalla es el símbolo de esa unión en la oración, les dejaba el corazón llenos de conmoción. Hay que decir que las medallas están muy bien acuñadas y son de buen metal y eso hace apreciarlas aún más. Para Dios lo mejor, como decía san Francisco de Asís.
¿Cómo le ha ayudado espiritualmente esta experiencia y en qué medida se ha sentido protegido por la Virgen?
Encontrar un pueblo que está sufriendo los horrores de la guerra y verlos rezar por la paz con esa fe profunda y confianza en Dios, por medio de la Virgen María, de quien son muy devotos, me hace reflexionar como vivimos tan tibiamente en nuestros países de occidente. Te cuento un hecho. La Virgen peregrina de Fátima está en la mayor parroquia greco católica del país. Todas las tardes hacen la procesión rezando el rosario en torno a la iglesia. Cuando suenan las sirenas de la antiaérea, la procesión no se suspende…se continúa en los sótanos de la iglesia.
¿En qué medida ven la solución a los males de la humanidad en el triunfo del Corazón de María?
Los obispos de Ucrania han visto muy claro que con la conversión de los corazones de los hombres se solucionan los problemas. Si no hay conversión, el pecado del hombre continuará produciendo males mayores. Por eso la Virgen en Fátima pidió la consagración de Rusia y también penitencia y conversión. Es este el camino que indicó para que podamos ver cuanto antes triunfar su Corazón Inmaculado.
Javier Navascués/Caballero del Pilar
InfoCatolica