El Papa

El Papa pide una tregua pascual en Ucrania: «¿Qué victoria será la que plante una bandera sobre un cúmulo de masacres?»

"Una tregua para alcanzar la paz, a través de una verdadera negociación"

«Animo a todas las partes a encontrar, lo más rápidamente posible, una solución pacífica para el bien del país (Perú), especialmente de los más pobres, en el respeto de los derechos de todos y de las instituciones”

 

“Nada es imposible para Dios, incluso hacer cesar una guerra, cuyo final no se ve. Una guerra que todos los días nos pone delante de los ojos matanzas y masacres de atroz crueldad, realizadas contra civiles inmermes»

 

«Que se depongan las armas, que se inicie una tregua pascual, pero no para recargar las armas y retomar los combates. No. Una tregua para alcanzar la paz, a través de una verdadera negociación»

 

Al final de la eucaristía y antes de dar la bendición, el Papa Francisco, antes de rezar el ángelus, tuvo un recuerdo especial para el Perú y, de nuevo, para la guerra de Ucrania. Para solucionar las «tensiones sociales» del Perú, Francisco abogó por «encontrar, lo más rápidamente posible, una solución pacífica para el bien del país, especialmente de los más pobres, en el respeto de los derechos de todos y de las instituciones». Y, para esa guerra de Ucrania, «cuyo final no se ve» y que «cada día nos pone delante de los ojos matanzas y masacres de atroz crueldad, realizadas contra civile sinermes», el Papa pidió una tregua pascual».

Una tregua total y definitiva. «No para recargar las armas y retomar los combates. No. Una tregua para alcanzar la paz, a través de una verdadera negociación, dispuesta incluso a algunso sacrificios para el mayor bien de la gente». Por que, «¿qué victoria será aquella que plantará una bandera sobre un cúmulo de masacres?», concluyó el Papa, recordando que «nada es imposible para Dios».

Ramos, en Roma

Ramos, en Roma

 

El Papa antes del ángelus

“Al querido pueblo de Perú, que está atravesando un momento difícil de tensiones sociales, le acompaño con la oración y animo a todas las partes a encontrar, lo más rápidamente posible, una solución pacífica para el bien del país, especialmente de los más pobres, en el respeto de los derechos de todos y de las instituciones”

“Nada es imposible para Dios, incluso hacer cesar una guerra, cuyo final no se ve. Una guerra que todos los días nos pone delante de los ojos matanzas y masacres de atroz crueldad, realizadas contra civiles inmermes. Recemos por esto. Estamos cercanos a la Pascua. Hoy estamos en guerra y si se quiere vencer así, a la manera del mundo, perderemos. Dejemos que venza Él.

Que se depongan las armas, que se inicie una tregua pascual, pero no para recargar las armas y retomar los combates. No. Una tregua para alcanzar la paz, a través de una verdadera negociación, dispuesta incluso a algunso sacrificios para el mayor bien de la gente. De hecho, ¿qué victoria será aquella que plante una bandera sobre un cúmulo de masacres? Nada es imposible para Dios. A Él nos confiamos por intercesión de la Virgen Maria”.

Ramos, en el Vaticano

Ramos, en el Vaticano

Y a pesar de su ciática, Francisco quiso terminar la fiesta de Ramos, subiendo por vez primera desde hace dos años, al papamóvil y recorriendo la plaza. Para saludar a su gente. Al principio, lo hizo sentado, pero después, para acercarse más a los suyos, se puso nuevamente de pié y disfrutó de la cercanía de los presntes en una abarrotada plaza de San Pedro.-

 José Manuel Vidal/RD

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