Monseñor Lisandro Rivas: La Vega es “una comunidad viva y comprometida que responde al proyecto de Dios”
Desde el pasado miércoles 1° de junio, y hasta este domingo, el Obispo Auxiliar de Caracas realizó su Visita Pastoral a la Parroquia Eclesiástica San Alberto Hurtado y José Gregorio Hernández y la Vicaría de El Nazareno a cargo Congregación Misioneras de Acción Parroquial
“En la parte alta de La Vega no solamente hay cosas negativas (muerte, desánimo…), sino que hay vida porque la gente está comprometida; porque El Evangelio se está haciendo vida”. Estas son las primeras palabras que ofrece el Obispo Auxiliar de Caracas, Monseñor Lisandro Rivas, tras culminar este domingo su Visita Pastoral a la Parroquia Eclesiástica San Alberto Hurtado y José Gregorio Hernández y la Vicaría de El Nazareno –a cargo Congregación Misioneras de Acción Parroquial–, en La Vega, al suroeste de Caracas, en el municipio Libertador del Distrito Capital.
El Prelado llegó a la comunidad el pasado miércoles 1° de junio donde cumplió una exigente agenda de cinco días que contempló reunión con los sacerdotes y con los promotores comunitarios, conversatorio con los catequistas, visita a los enfermos de la comunidad así como también visita a la Red de Alimentación, de Salud, de Educación y Recreativa. También se contempló el rezo del Rosario Misionero Infantil.
“La visita a la parte alta de La Vega responde a la tarea que tenemos como Obispos, que somos pastores del pueblo santo de Dios. Y parte de esa misión es escuchar, acompañar, animar y fortalecer a nuestra gente. Y sobre todo escuchar. Escuchar sus alegrías, sus tristezas. Pero a la vez animarle en la esperanza. Nosotros los pastores debemos oler a ovejas”, manifestó Monseñor Rivas.
El recorrido contempló los sectores de La Isla, El Ayacucho, El Encanto, Los Mangos, La Pradera, Sector 1, La Jota, Sector B y El Araguaney. Le acompañaron los sacerdotes jesuitas Alfredo Infante, Luis Ugalde, Clive Mendoza y parte de la feligresía caraqueña.
“Lo que más me llamó la atención es la manera como el Padre Infante, junto a los otros Jesuitas, en conjunto con los líderes de las comunidades, llevan adelante la vida de esta comunidad parroquial; donde la evangelización va acompañada de la promoción humana y del empoderamiento de las personas para que puedan responder a las necesidades en al ámbito social, político y humano. El cómo ofrecen una mano amiga solidaria a los enfermos y una educación de calidad a través de las instituciones educativas que están presentes en la parroquia. Realmente se vive la experiencia del Reino de Dios”, señaló.
“He podido constatar una comunidad viva y comprometida que responde al proyecto de Dios. Ha sido un momento de gracia, tanto para ellos como para mí, como pastor”, agregó.
En su homilía dominical, durante la Misa Solemne de Pentecostés que celebró, Monseñor Rivas resaltó los tres grandes regalos de Dios: la paz, la reconciliación y la alegría.
“Que esta comunidad sea una constructora de paz. Perdónense entre todos ustedes y establezcan alianzas para así poder construir una comunidad donde los valores humanos, sociales y políticos, sea puedan vivir”, dijo.
La Vega, perteneciente al Arciprestazgo de San Juan Bautista, fue fundada como Parroquia Eclesiástica en septiembre de 2010 bajo el nombre de “San Alberto Hurtado” y es una división de la parroquia “Santo Cristo” de La Vega.
Una mina de humanidad
Para el Padre Infante, quien ha trabajado durante 25 años en zonas de conflicto armado y dramas sociales como Angola (África Central) y la frontera colombo-venezolana, la visita del Purpurado en la comunidad ha sido muy reconfortante.
«La Vega es una mina de humanidad. Y desde la semilla de la fe reluce. Hemos sido testigos de ese proceso. Y durante la visita de Monseñor Lisandro toda esa mina ha sido evidente, desde los niños, los jóvenes, los adultos y especialmente el carisma de nuestro Santo Patrón, San Alberto Hurtado, que es un carisma de fe, justicia y solidaridad profunda con los más necesitados y excluidos«, dijo el Párroco de San Alberto Hurtado y José Gregorio Hernández, quien además, por transcurrir el mes de junio, recordó que se trata de una Parroquia consagrada al Sagrado Corazón de Jesús.
«Él, solidario y amable, nos lleva en sus entrañas y nos lleva al Padre. Es una gracia de Dios», acotó.