Opinión

Exportaciones, por Cuenta Propia

José Antonio Gil Yepes:

Una buena noticia de la que ya hemos hablado es que, por primera vez en 500 años de historia, desde Colón para acá, es que la recuperación económica que hemos logrado en estos últimos tres años se debe al esfuerzo y al bolsillo empresarial, sin la promoción del Estado. Precisamente, dicho esfuerzo se inició a partir, no de la intervención del gobierno, sino de lo contrario, cuando decidió no intervenir, al desregularizar los precios, el cambio y bajar los aranceles a principios de 2019. Es decir que la recuperación la hicieron los empresarios “a pulmón”, sin escafandra, scuba, ni chapaletas. Excepciones: el apoyo de BANCOEX a algunos exportadores, de SUDEBAN a los bancos y de la SUNAVAL al mercado bursátil.

Ahora sabemos que no dependemos del Estado para crecer, sino que lo podemos hacer nosotros mismos, con tal y nos den espacio para respirar. La tesis de los “enchufados” (los que consiguen ciertas cosas por sus relaciones gubernamentales) es falsa; la mayoría no lo somos. Un crecimiento económico generalizado en casi todos los sectores no se logra sólo con amigos de la causa ni ésta puede administrar la cantidad de relaciones privilegiadas que se necesitarían para lograr un crecimiento generalizado. Es decir que la tesis de que este crecimiento es una “burbuja” también es falsa. Según la III Encuesta Multisectorial Empresarial de Escenarios Datanalisis, el 62% de las empresas en todos los sectores no petroleros señalan que han crecido, en promedio, un 24%. Desafortunadamente, la única burbuja que existe es en negativo y ésta es la petrolera. La “enchufada mayor”.

Una segunda buena nueva es que en todos los sectores no petroleros cerca del 20% de las empresas privadas entrevistadas por la III Encuesta Multisectorial arriba mencionada están exportando, y diversificar nuestras exportaciones es un desiderátum si queremos crecer y hacerlo con estabilidad.

La tercera buena noticia es que, analizando los datos de la III Encuesta Multisectorial sobre las características que pudieran diferenciar a los exportadores de los no exportadores, encontramos que las condiciones de los anillos de entorno internacional, macroeconómico y político nacional y de la cadena sectorial son similares, buenas o malas, tanto para exportadores como para no exportadores. Es decir, todas las actividades económicas no petroleras están afectadas en niveles muy similares, tanto por las desregulaciones que les soltaron la rienda para crecer, como por las regulaciones que siguen existiendo y que siguen siendo el principal freno al desarrollo de nuestros sectores económicos. Evidencia: cuando el gobierno permisó las exportaciones de ganado, Venezuela se convirtió, de la noche a la mañana, en el 11º. exportador de carne del mundo.

Casi todas las demás variables que inciden negativamente en la generalidad de las empresas venezolanas, exporten o no exporten, se deben a factores monetarios, tales como la falta de crédito, en divisas o bolívares, la falta de transferibilidad entre cuentas en divisas, el exceso de tributos nacionales y municipales, la sobrevaluación del bolívar y a la inseguridad jurídica.

Entonces, ¿en dónde se encuentran los factores que explicarían que algunas empresas exporten y otras no? Las exportaciones venezolanas parece que dependen de factores que las empresas pueden controlar, o sea que no dependen de lo que haga o deje de hacer el gobierno. Uno de los mejores ejemplos de esos factores es la calidad de la cepa del cacao y las condiciones climáticas que aportan unos aromas y sabores al cacao y chocolates venezolanos apreciadísimos en el mundo. Claro está, las malas políticas controladoras casi acaban con esas cepas en el régimen anterior, pero se salvaron con el gobierno de CAP II y porque el gobierno de Chávez desistió de su proyecto de intervenir el sector. Algo muy parecido pasa con el café. El clima, el sol, la salinidad y temperaturas del Mar Caribe explican que las características naturales para la pesca y cría de crustáceos y camarones en Venezuela sean extraordinarias; por lo que estamos exportando cerca de US $ 1.000 MM en estos rubros marinos. En rones, cerca de otro tanto. Nos falta afanarnos con el excelente Cocuy, comparable a muchos tequilas buenos.

Claro está, el potencial que brindan las cepas, el clima y la naturaleza tiene que ser visualizado por los líderes emprendedores, gerenciando empresarialmente, contar con los creadores de tecnología y con la mano de obra especializada para poder sacarle fruto a esos potenciales. Precisamente, en el caso del petróleo, fueron seres humanos los que neutralizaron los dones de la naturaleza.

Cuando se tiene una buena iniciativa, una buena estrategia diferenciadora, una buena gerencia y una buena mano de obra especializada, reconocida y bien remunerada, se pueden vencer las adversidades que sufrimos todos.

@joseagilyepes

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