CELAM: Carta al Papa Francisco tras la conclusión de su Asamblea Extraordinaria
En la misiva, los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano piden al Santo Padre su bendición para poder llevar adelante su propósito de crecimiento misionero, enfrentar los desafíos y proponer los caminos de Dios
El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) tras concluir su Asamblea General Extraordinaria celebrada del 12 al 14 de julio en Bogotá, han enviado una carta al Papa Francisco manifestando su compromiso eclesial, su seria y madura adhesión filial y su empeño “por ser, cada vez más, una Iglesia de comunión, participación y misión permanente”.
Una Iglesia siempre más sinodal
“La nueva sede del Celam, – escriben los prelados – además de un adecuado espacio físico, es también un signo de la propuesta de renovación de nuestro servicios y funciones en el horizonte de Praedicate Evangelium, para poder ser, como Iglesia latinoamericana y caribeña, siempre más sinodal”.
Remitiéndose al programa de la Asamblea, recuerdan que fueron tratados “temas pertinentes para reafirmarnos en el camino misionero y hacer realidad el deseo y el compromiso de la gran misión”.
A pesar de las vicisitudes políticas, los empobrecimientos y las formas inadecuadas de vivir en la Casa Común, realidades que nos interpelan, deseamos, llenos de esperanza, iluminar e inspirar la vida de nuestros pueblos con las vigentes propuestas del Documento de Aparecida y la rica experiencia de la reciente Asamblea Eclesial
Urgencia de la sinodalidad de la Iglesia
“El rostro de la Iglesia latinoamericana y caribeña, – añaden – delineado en tantos hermanos y hermanas al servicio del anuncio del Reino, revela las marcas de las diversas preocupaciones y sufrimientos que nos afligen, convenciéndonos de la importancia y urgencia de la sinodalidad de la Iglesia”. Y en este sentido, manifiestan:
Siguiendo los pasos del proceso del sínodo y comenzando la fase continental, creemos que seremos fecundados y fortalecidos por la mística y la profecía que de allí manan, revitalizando a nuestra iglesia como servidora ejemplar: en el mundo de la educación, del trabajo, en la superación de la miseria y el hambre, fecundando las opciones políticas con los principios de la mejor política, marcando nuestras sociedades con el sabor del evangelio en camino al reino definitivo.
Los obispos del CELAM finalizan la misiva pidiendo al Santo Padre su bendición para poder llevar adelante “nuestro propósito de crecimiento misionero, enfrentar los desafíos y proponer los caminos de Dios, como iglesia al servicio de la vida plena para nuestros pueblos”.-
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