En menos de un mes grupos irregulares asesinaron a cuatro indígenas de Bolívar y Amazonas
El 30 de junio mataron a un líder indígena que denunció la presencia de grupos irregulares armados en Amazonas. El 19 de julio, las víctimas fueron tres indígenas jivi del municipio Sucre, en Bolívar
A menos de un mes del asesinato de Virgilio Trujillo Arana, líder indígena del pueblo Hüotüja de Amazonas, quien denunció la presencia de grupos irregulares armados en la zona y la existencia de pistas de aterrizaje ilegales, el martes 19 de julio ocurrió otro asesinato. Esta vez en la parroquia Guarataro del municipio Sucre, en el estado Bolívar.
Las víctimas fueron tres indígenas jivi, de quienes se desconoce su identidad debido a que familiares prefieren guardar silencio por temor a las acciones que ejerzan los grupos armados en su contra, presuntos responsables del triple crimen.
Los parientes aseguraron que los tres indígenas jivi no ejercían ninguna actividad minera y para el momento del ataque preparaban mañoco.
“El Arco Minero no es solo ecocidio, es un círculo de sangre”, denunció Olnar Ortiz, representante de los pueblos indígenas de la ONG Foro Penal.
Otra versión indica que pertenecían a un grupo delincuencial acusado de robo, extorsión, asesinatos y secuestros a mineros artesanales y ganaderos. Hasta ahora las autoridades no han dado detalles sobre el móvil del crimen. Tampoco se conoce a qué grupo armado se le atribuye la autoría material.
Indígenas desprotegidos
No es la primera vez que grupos irregulares armados arremeten contra comunidades indígenas para despojarlas de sus territorios, a objeto de ejercer la minería ilegal y asentarse en la zona también para el tráfico de minerales y combustible.
Organizaciones indígenas han denunciado desde 2013 la desprotección que sufren por parte de organismos del Estado venezolano, ante la presencia de garimpeiros, los llamados sindicatos y grupos guerrilleros colombianos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La ONG Fundaredes, en diferentes informes, identifica la presencia del ELN y disidencias de las FARC en los territorios al sur del país, especialmente en Bolívar y Amazonas.
La ONG Kapé Kapé también ha reportado denuncias sobre el reclutamiento de jóvenes de comunidades indígenas para integrarlos a los grupos irregulares armados que operan en la zona.
“Un padre de familia perteneciente al pueblo indígena Jivi, que pidió no ser identificado por temor a represalias contra él y su familia, denunció que en el mes de mayo miembros de estos grupos intentaron reclutar a jóvenes de la comunidad para que ingresen a sus filas, con promesas de dinero que fueron aceptadas por algunos. De acuerdo con su testimonio ‘los niños no quieren ir a la escuela, los muchachos no quieren salir a hacer deporte ni jugar, ya ni salimos a pescar, por miedo a que recluten o hagan daño a cualquier miembro de la comunidad, quieren meterse a juro, nos sentimos acosados”, reseñó Kapé Kapé.-