Lecturas recomendadas

Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano». (Jn11, 19ss)  

Nadieska Almeida, Hija de la Caridad, La Habana, Cuba:

Hoy la Iglesia celebra la memoria de Santa Marta, hermana de María y Lázaro, amigos de Jesús, que vivían en Betania. Y con mucha fuerza ha saltado en mi corazón ese reclamo de Marta: Si hubieras estado… Y siguen viniendo a mi memoria tantos hechos: el 11 de julio de 2021, la violencia y ya conocidas muertes provocadas por personas llamadas a mantener el orden, las mantenidas represiones, los que siguen presos, los que abandonan el país… Pero más que todo esto que ya es un sufrimiento que no deja de lacerar, y al que no podemos acostumbrarnos, por encima de esto vuelve el coraje de Marta: Si hubieras estado aquí…

Quede claro que NO DUDO de la presencia de Dios acompañando a quienes son maltratados, violentados, reprimidos; de lo que dudo absolutamente es de esa presencia en el corazón de quienes ejecutan tales acciones y que desde ese poder temporal creen que pueden más que Dios. Y es por eso que también yo reclamo: NO ESTÁS, porque los que ejercen el poder no te han dejado entrar en su corazón. NO ESTÁS, porque han querido quitarte de en medio, porque eres el Dios de la justa cercanía, de la permanente presencia, el que se «achica» para entrar en el endurecido corazón del ser humano. Te han quitado y, nuestro pueblo, como tantos otros (Nicaragua, Venezuela, etc.) va caminando hacia el corredor de la muerte, de la desesperación, del agobio… Pero yo, como Marta, y sé que como muchos, seguiremos diciendo: «Yo creo que Tú eres el Mesías, el hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo». Y junto con nuestros hermanos, esos que hoy son los que más sufren y padecen las contrariedades de la vida, junto a ellos, seguiremos desde nuestra confianza en ti, desafiando toda injusticia que niegue tu presencia, y seguiremos creyendo que es posible seguir rescatando la vida, la alegría, la libertad, porque Tú mismo nos has dicho: «Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo». (Mt 28, 20)

En este día de Santa Marta regálanos la gracia de, como ella, servirte, buscarte, confiar en que Tú tienes la última palabra. Y bendícenos, bendice a todos los creyentes, desde el más pequeño hasta los que tienen la responsabilidad y posibilidad de hacer oír tu voz a través de la suya, para que tú puedas habitar en el corazón de quienes hacen sufrir. Bendícenos con la valentía de anunciar que eres palabra sanadora y salvadora en este pueblo sencillo, que en el fondo de su corazón sabe que por más que te quieran callar TÚ EXISTES y caminas con nosotros. En ti, maestro y dueño de la vida, nuestros sueños y esperanzas de una Cuba con sabor a bondad, belleza, ternura y respeto para todos.

Santa Marta, hermana de ese ejército de madres, hijas y hermanas de nuestro pueblo que rescatan numerosas vidas con sus lágrimas y sacrificios, que hoy siguen clamando por sus hijos con hambre, privados de libertad, fallecidos, naufragando o cruzando fronteras, ruega por nosotros. Amén.-

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