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Sr. Marhuenda, su trato al Papa Francisco me parece indigno

Extraordinaria carta de un sacerdote de Jaén, España, al director de La Razón

«No se lo voy a permitir por muy católico progresista que usted se declare. El Papa mas allá de todo me representa, lo quiero y es cabeza de mi iglesia a la que amo con sus bellezas y sus torpezas»

 

«Usted desde su poltrona y dueño y señor de su verdad se empeña en que los demás tengan la misma verdad, y si no, ‘leña con él hasta derribarlo'»

 

«Ahora resulta que llega aire nuevo, con olor a nueva primavera, y muchos quieren que siga el otoño y, si es posible, si está invernando mejor, y si truena, mejor todavía»

 

«Oiga los tiempos cambian y el evangelio siempre da respuesta y debe encarnarse en cada momento. La Iglesia no es un ladrillo, la iglesia avanza, crece, esta viva y este Papa le ha hecho avanzar»

 

SR.Marhuenda se ha permitido usted el lujo de decir barbaridades contra el Papa y ser muy subjetivo en sus apreciaciones, pero como es habitual en usted, pontifica sobre la verdad y sienta cátedra, porque usted sí se siente dueño de la verdad y los demás unos mentirosos, populistas…etc.

No se lo voy a permitir por muhas torpezas. Mire y lo más grande : cada día Jesus me sienta en su mesa y parte también para mi el pan, a pesar del “judas” que llevo dentro. Mire si es bueno conmigo. Y ahora viene usted partiendo la vida en malos y buenos, los malos son los otros y el Papa el mas malo que está rompiendo la Iglesia.

Con la misma libertad que usted ha escrito le voy a contestar yo, sin ser doctor, ni director de un periódico, al que oigo muchas veces, pero que no juzgo ni condeno, aunque no piense como usted. Usted dirá, “yo no he juzgado ni condenado al Papa”, y yo le digo, no, peor todavía.

Marhuenda y Rajoy

Mire: Soy un humilde sacerdote de pueblo, con muchos “tiros” dados, con muchas kilómetros, muchas experiencia del evangelio y con pocos estudios, y tal vez menos religioso que usted, pero mi enciclopedia de andar por casa es el evangelio que me parece el libro más fabuloso del mundo.

Eso si, para entenderlo bien y para entender a la iglesia y a sus pastores y para muchas cosas mas, sobre todo para entender a Jesús y entenderme a mi mismo, lo primero que hago es aprender a leer el evangelio desde la página de la Magdalena o la de Zaqueo. ¿Sabe por qué? Porque cuando uno es un pecador y lo sabe, todo se mide de otra manera, al menos con más Misericordia, de esa que rebosa el Señor Jesús y un poco también el Papa.

Y además porque quien mucho perdonó mucho amó y viceversa. El pecado lo tuvieron los grandes hombres y mujeres de la historia que luego fueron grandes santos. Pero tanto Magdalena como Zaqueo aceptaron su pecado, no fueron soberbios, cambiaron su corazón como “un calcetín”, se pusieron en “los zapatos del otro durante algún tiempo” y luego opinaron. Usted desde su poltrona y dueño y señor de su verdad se empeña en que los demás tengan la misma verdad, y si no, “leña con él hasta derribarlo”. Pues ¿sabe una cosa? Que ya pierde usted toda su autoridad.

Sr. Marhuenda, ¿este papa sabe hacer algo bien?. ¿Este papa ha hecho algo bueno? si no es ni alemán ni polaco, ni de su cuerda ¿como es posible que un tal Bergoglio venido del sur haga algo bien?. ¿Si en vez de revisar los privilegios del Opus, hubiese revisado otros temas a usted le habría preocupado tanto?. Yo no le he oído decir nada cuando habló de otros temas también importantes en la iglesia…ahora si le duele?

Marhuenda

Ay amigo, igual dijeron de otro antes: ¿de Nazaret puede salir algo bueno?, ¿el hijo de José y Maria pero quien se cree que es?. ¿Y Sabe quien lo derribo hasta la cruz? Las Sinagogas y la religión bien montada, a la que tal ve usted pertenezca. Pero tampoco juzgo ni condeno…pero usted le hace hablar a las piedras y me duele en el alma lo injusto que usted es con Francisco, que le gustará mas o menos o nada, pero es el que hay, y para mi el mejor.

Usted ha revisado como fueron muchos anteriores…pues con ellos y hasta conmigo y con usted trabaja Dios en su reino. ¿O se olvida que sentó en su mesa a Judas, aún sabiendo que momento después lo iba a entregar? Pero no olvide que en el corazón De Dios todos tenemos sitio, hasta usted y yo, como lo tuvo Judas.

Ahora resulta que llega aire nuevo, con olor a nueva primavera, y muchos quieren que siga el otoño y, si es posible, si está invernando mejor, y si truena, mejor todavía. ¿Que evangelio lee usted?, Con que atrevimiento afirma usted cosas y cómo se adentra usted en los entresijos, los sentimiento, las motivaciones del Papa, o es que lo conoce muy bien?

¿Cómo puede usted acusarlo de populista, desinterés por venir a España, revisionismo, ignorancia histórica, indigenismo mal entendido…? ¿Tanto entiende usted de todo y tanto sabe?, ¿Indigenismo mal entendido? ¿Usted si lo entiende bien?, ¿cuanto tiempo ha trabajado usted con los indigenas y en qué país?. ¿Quien se lo cuenta? Usted ha pensado que el Papa tendrá razones para venir o no venir ? ¿Usted conoce sus entresijos?. ¿Y usted no es populista, ni revisionista y sí un gran historiador?

Marhuenda

¿Algo mas? Si. “Dice usted algo mas: “Busca simpatías con periodistas anticatólicos y de izquierdas, ignora España, excluye y margina…” ¿Y encima se califica usted de “católico progresista?.

¿De verdad que son mejores los de derechas que los de izquierdas? ¿Es que Dios nos mide por ideologías?. Mire Dios mira el corazón, justamente lo que usted no ha mirado.

Y afirma usted del Papa: “esta permanente obsesión por enmendar lo que hicieron sus antecesores…”. Esa es la lectura que usted hace maliciosamente. Una cosa es “enmendar” y otra “avanzar”. Oiga los tiempos cambian y el evangelio siempre da respuesta y debe encarnarse en cada momento. La Iglesia no es un ladrillo, la iglesia avanza, crece, esta viva y este Papa le ha hecho avanzar, otra cosa es que a usted no le gusta, ni le interesa, ni le identifica. Los judios ante la venida del Señor, pudieron seguirlo y sin embargo prefiriendo sus normas y ritos y solo unos pocos y sobre todo paganos o helenistas se adhirieron al mensaje liberador que trajo Jesús. Pero a usted esa palabra le da miedo: “mensaje liberador”, con lo bien que estamos.

Me siento defraudado acaba usted diciendo del Papa. Yo de usted ni me siento defraudado, no esperaba otra cosa, aunque a decir verdad, sabiendo de su cultura esperaba más delicadeza, mas ternura, mas respeto y mas humildad. Solo uno es el bueno y santo. ¿Usted lo sabe?. No hables de nadie lo que no te gustaría que hablaran de ti. Básico.-

| Julio Millán, sacerdote de Jaén/RD

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