La Iglesia Católica no dio “carta blanca” para el maltrato a indígenas en América
Habla Íñigo Fernández, historiador y catedrático de la Universidad Panamericana en Ciudad de México
Lejos de quienes difunden que se promovió una especie de “doctrina del descubrimiento”, que habría permitido a los conquistadores europeos maltratar a los indígenas, un historiador precisa que “la Iglesia no dio esta carta blanca para que hagan lo que se les dé la gana”.
Entrevistado por ACI Prensa, Íñigo Fernández, historiador y catedrático de la Universidad Panamericana en Ciudad de México, recordó que poco después del descubrimiento de América, “la Iglesia sí empieza a poner límites, y dice que con la conquista viene la obligación de evangelizar a los indígenas”.
Además, destacó, “la Iglesia tiene que ver con las Leyes de Indias, que establecen una serie de obligaciones que tienen los españoles con los indígenas”.
Sin embargo, el historiador mexicano precisó que ciertamente hay diferencias entre lo que dispuso la Iglesia Católica y “el cumplimiento” a manos de los conquistadores.
“Si bien es cierto que la Iglesia y la Corona española iban de la mano, pues siempre el poder político va a tener un mayor peso”, señaló.
Para Fernández es importante ver los acontecimientos históricos en su contexto, y entender, por ejemplo, “lo que representa la llegada a América” para los europeos.
“La Iglesia en España ve que América es un ‘premio’ que Dios le ha dado”, indicó, “por todo el tema de la Reconquista”, que los Reyes Católicos de Castilla y Aragón completaron a inicios de 1492, nueve meses antes de la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas.
“Uno de los errores más graves”
Para el historiador mexicanos, “uno de los errores más graves” en la actualidad al mirar la historia es ver el pasado con los ojos del presente.
“Es como que a uno lo juzguen por lo que hicieron los papás”, indicó.
Íñigo Fernández subrayó que “de lo que se trata la historia es buscar ser empáticos. Y ser empáticos es entender lo que pasó en el contexto que pasó”.
El historiador subrayó que “la historia no juzga ni justifica. La historia lo que hace es explicar cómo se dieron las cosas y por qué se dieron las cosas, y enmarcarlas en un contexto determinado”.
“Cuando uno no hace eso, termina manipulando la historia a veces bien intencionadamente, y otras veces mal intencionadamente”, dijo.
¿Pro hispanismo o pro indigenismo?
Para Fernández, “un punto que todavía no lo hemos resuelto en México” son las “visiones muy pro hispanistas o muy pro indigenistas”.
“Creo que habría que empezar desde el presente. Tenemos que entender que el México actual es indígena y es español y es México también”.
Tras destacar que “los mexicanos tenemos un mestizaje cultural tremendo”, Fernández señaló que “los sucesos del pasado no son inamovibles, y no están sujetos, y esto tiene mucha vigencia, a si nos gusta o no nos gustan”.
“Los hechos del pasado ahí están, y son un punto de partida o una línea de continuidad para entender lo que nosotros somos hoy en día”, dijo.
“Tenemos que entender que estos dos mundos que van a originar México tuvieron sus puntos de choque, pero que también tienen sus puntos de comunicación”.
El historiador mexicano lamentó que buscar “ese justo medio” en este tiempo “es muy difícil”, pues “hoy en día, en términos globales, lo que se busca es estar en confrontación con el pasado”.
“No es una cuestión de héroes y villanos”
El catedrático de la Universidad Panamericana señaló que es importante ver que los protagonistas de la conquista de América “son personas: con lo bueno, con lo malo, con las imperfecciones y con ideas nobles y con ideas innobles”.
“Todos somos seres humanos, y como seres humanos somos capaces de las cosas más nobles en algún momento, y también las ruines. Nadie está exento de eso”, precisó.
“Ni Cortés ni Cuauhtémoc fueron perfectos, ni fueron ese héroe para unos y este villano para otros”, subrayó.
Fernández lamentó que “seguimos medio peleados con el pasado en México”, discutiendo “en torno a si la conquista y si fue buena o si fue mala”.
“Asimilémoslo. Podemos reflexionar en torno a ella, pero ya sucedió, sucedió la conquista, sucedió la independencia, sucedió la revolución”, dijo.
“No puedes juzgar tu vida hoy ni el entorno actual ni a los demás con cosas que sucedieron en el pasado”, insistió.
Para el historiador mexicano, “tenemos que apuntar hacia el presente y hacia el futuro, y tener una relación sana con nuestro pasado”.
“Y como que perdonarnos un poco y decir: esto es lo que ha sido. Me marca, sí, pero no me condiciona”.
“El pasado es como es y punto, pero no no me ni me hace mejor ni me hace peor”, aseguró.-