De blanco a gris en 30 años

Emiliana Vivas:

Dormir en un glaciar y despertarte con el amanecer de la Sierra Nevada de Los Andes es una experiencia que Miguel Vivas ya no puede repetir.

Picos completamente grises por la falta de nieve y solo un glaciar restante que se encuentra en el Pico Humboldt, son realidades que se observan en la actualidad.

Hace 30 años Miguel Vivas emprendió camino para escalar las cumbres más altas de nuestra Sierra Nevada en Mérida junto con uno de sus mejores amigos. En su travesía conoció los glaciares del Pico Bolívar de 4.978 m.s.n.m y el Pico Humboldt de 4.940 m.s.n.m, las dos montañas más altas de Venezuela.

En aquella oportunidad el ascenso a ambas cumbres necesitaba de técnicas muy particulares para caminar y escalar sobre el hielo, por lo que Miguel requería de crampones y piolets para lograr su objetivo de manera correcta y sin riesgos.

En el ascenso al Pico Humboldt armó campamento sobre el glaciar, a una altura aproximada de 4.800 m.s.n.m “ver el atardecer y el amanecer desde ese lugar quedará grabado en mi memoria por siempre” dijo Miguel.

También comentó lo indescriptible que fue el juego de colores que la luz del amanecer y el atardecer reflejaban del hielo del glaciar.

En el ascenso al Pico Bolívar la ruta utilizada en ese entonces fue a través de la Garganta Burgoing, el cual era un ascenso casi vertical lo que requería de cordadas y técnicas de amarre para luego encontrarse con el busto de Simón Bolívar en la altura máxima del pico y de allí divisar Venezuela en 360 grados.

30 años después a través de la escuela de montaña Sagarmatha dirigida por Marcus Tobía de Proyecto Cumbre, nació la oportunidad para Miguel de escalar el Pico Bolívar nuevamente.

Afortunadamente en esta expedición su mejor amigo quien vivió la experiencia con él hace 30 años pudo volver a acompañarlo y también se unió a la expedición la hija de Miguel.

La diferencia fue que esta vez algunas cosas habían cambiado radicalmente, los glaciares habían desaparecido con la excepción de una pequeña franja en el Pico Humboldt que se resiste a dejarnos.

En esta ocasión la ruta utilizada por Miguel para lograr cumbre en el Pico Bolívar fue la Ruta Wa, la cual requirió de técnicas de cordada y escalada en roca.

Hoy subir las montañas más altas de Venezuela significa no necesitar de técnicas de hielo o nieve, además Miguel agrega: “en los paisajes abundan los grises y se extraña el blanco de las nieves perpetuas”

Tras 4 días caminando durante más de 9 horas y 3 noches acampando en temperaturas que llegaban a -8ºC, Miguel logró nuevamente alcanzar el busto de Bolívar y apreciar la vista de Venezuela desde lo más alto del país.

La emoción que Miguel sintió al lograr cumbre no solo con su amigo quien vivió las mismas experiencias años atrás, sino con su hija quién comparte las mismas aficiones por el montañismo, fueron indescriptibles. “Lágrimas y abrazos abundaban en la cima de Venezuela” agregó Miguel, expresando la felicidad de dicho momento.

Las experiencias fueron completamente distintas en cada ocasión, pero el sentimiento de satisfacción y emoción fue el mismo. “volvería a la montaña infinitas veces, siempre extrañando sus colores blancos e infinitos glaciares” dijo Miguel.

Según la Universidad de Los Andes los glaciares de la Sierra Nevada de Mérida han perdido el 99% de su superficie en los últimos 100 años y el glaciar del Pico Humboldt cubriría un área de 337 hectáreas en 1910 y actualmente solo quedan 4 hectáreas.

Es por ello que para Miguel representó la experiencia viva de lo que el calentamiento global afecta a nuestra tierra y agrega: “a uno le queda la angustia y la preocupación de que si el calentamiento global continúa, podremos ver los efectos en las condiciones climáticas de alguna manera, como por ejemplo mayores lluvias, inundaciones, sequías o largas temporadas de verano y de invierno”.-

19 de Mayo de 2022