Exportaciones no tradicionales: es el momento
Hoy la preocupación de los decisores estatales debe estar centrada en la necesidad de la diversificación económica venezolana, luego que la sociedad, el mercado, la economía y la política, pasan por la peor crisis estructural-sistémica
Jesús Mazzei Alfonzo:
El tema de la diversificación de la economía, comercio exterior, y las exportaciones no tradicionales es para mí un tema apasionante, primero, por la influencia intelectual que recibí del Dr. Régulo Campo Martínez, mí tío, uno de los fundadores de AVEX en 1962 y de las lecturas complementarias que también realicé, de la obra de Alberto Adriani Mazzei, que me inculcaron desde muy joven el interés en estos temas: la diversificación de la economía, la creación de un aparato productivo multiproductor etc. Ahora bien, hoy el tema vuelve por la necesidad de diversificar no solo la oferta exportable, sino diversificar nuestras fuentes de ingreso externas, me convenzo aún más de lo importante del asunto y de contar con una sólida política pública para tal sector, de la cual se ha adolecido en los 23 años, la cual ha ocilado entre espamódicas iniciativas públicas sin un plan estratégico adecuado, como existió entre 1962-1999. En lo personal, me sirvió de estímulo estudiar más sobre el tema, cursar postgrados en comercio exterior y economía internacional, donde la interrelación y conocimiento, a través de la docencia y transmisión de conocimientos otros brillantes maestros como: D.F Maza Zavala, Oswaldo Padrón Amare, Domingo Maza Franki, Maxim Ross, Guillermo Márquez, Eduardo Ortiz R, Manuel Garaicoechea, Ramón Peña, Carlos Guerón, Omar Bello, Diego Luís Castellanos, Simón Molina Duarte, Luisa Romero y además, de la lectura del pionero Informe Meir Merhav, del año 1973, entre otros, concluí en lo importante de las exportaciones no tradicionales como motor diversificador de la economía, desde hace, por lo menos 40 años.
Hoy la preocupación de los decisores estatales debe estar centrada en la necesidad de la diversificación económica venezolana, luego que la sociedad, el mercado, la economía y la política, pasan por la peor crisis estructural-sistémica del país (pérdida en los últimos años 8 años del 65% PIB, gran endeudamiento, inflación imparable, recesión, en síntesis, un cuadro depresivo de la economía venezolana). Debo acotar algo, Venezuela, por muchos años más será una economía petrolera, pero, hay que diversificar su estructura productive más, como una meta de los próximos 40 años.
Siguiendo a uno de mis más destacados maestros de ciencia política, el Dr. Humberto Njaim, definimos a una política pública como «…cuando un determinado sector persigue el propósito de creación de las condiciones para que se produzca una determinada situación o se despliegue y desarrolle una determinada actividad…». Como se puede observar primero es una actividad efectuada por el Estado y es un curso de acción, ante determinado problema que se persigue resolver en la interacción pública-privada. El enfoque no solo se limita a un aspecto administrativo sino a los avatares de la política, al juego entre actores, a su interacción estratégica.
Ahora bien, la Venezuela desde mediados de los años 60, en adelante trabajo en esa ruta en forma coherente y coordinada. Por una parte, la fundación de AVEX y la necesidad de crear conciencia exportadora en el sector privado, que ayudará a diversificar la economía nacional y finales de esa década, más concretamente en 1968, lo que significó la exposición flotante hacia el Caribe y los trabajos pioneros de Carlos D’Ascoli y luego, a partir de los años 70 con la creación del ICE, la promulgación de la Ley de Incentivos a las Exportaciones y la creación del Fondo para el Fomento de las Exportaciones, El seguro a las Exportaciones, todos en el primer gobierno del Dr. Rafael Caldera ( no temo a equivocarme al afirmar el Jefe de Estado que más ha apoyado y hecho, por este sector en los últimos 50 años), crearon las bases institucionales y de modernización, con visión de futuro, para incentivar el comercio exterior venezolano que poco a poco fue aumentando las exportaciones hasta que a mediados de los 90, cuando se fusiona el ICE con el Ministerio de Fomento y se crea el Ministro de Industria y Comercio que fortalecerá aún más el andamiaje institucional del sector. Venezuela, llegó a exportar a finales del año 1998, 7.200 millones de dólares representando para aquel entonces el 25% de las exportaciones totales del país.
El promedio de los últimos años es de acuerdo a las cifras de AVEX…” de las exportaciones no tradicionales de Venezuela se situó en casi 5 millardos de dólares durante los últimos 15 años. “…Desde 2013 se ha producido un descenso estructural en las ventas foráneas y no se han superado los 2,5 millardos de dólares”, aseguró Ramón Goyo, presidente de la Asociación Venezolana de Exportadores…”. En una declaraciones unos meses atrás Y con la pandemia del Covid-19, el cuadro es aún más alarmante y dramático, La Asociación Venezolana de Exportadores (Avex) advirtió que se podrían reducir las ventas del sector exportador privado entre 15% y 20% al cierre de este año por causa de la paralización del país a propósito del confinamiento por Covid-19 y la escasez de combustible. Y más adelante la guinda de la torta puesta estos años“… Es que es claro que en Venezuela se han roto las cadenas de valor más importantes y vitales para mantener los engranajes de la economía en sintonía y activos. Con el cierre del plantel de las industrias de Guayana se afectaron las cadenas del aluminio, del hierro y del acero”, aseveró el empresario. Asimismo, la crisis de la petroquímica, un rubro transversal a todos los sectores, también afectó a las cadenas del plástico, de productos químicos, de los fertilizantes, entre muchas otras áreas. “…Como se ve, las materias primas ya no se producen en el país. Y la ruptura de las cadenas productivas generó un cambio en la oferta exportable, muy distinta a la de hace 10 años…”
Cifras de hace más de 40 años. Estas cifras hay que revertirlas y buscar como un objetivo estratégico exportar más de 10.000 millones de dólares en los próximos años como meta, para utilizarlas como complemento de los ingresos petróleros. Esto ameritará contar con una coherente política aduanal, de transporte, aranceles, de servicios estatales en general, que atiendan al sector en forma eficiente y coordinada, en lo que se quiere lograr: estimular las exportaciones no tradicionales y diversificar el aparato económico nacional. El comercio exterior genera divisas, puestos de trabajo, genera una estructura económica más sólida que hace que una economía se diversifique. Se cumpla si se quiere el sueño de Adriani y Arturo Uslar Pietri. Es hora de tomar audaces decisiones para ir a una sinergia pública-privada y contar con un potente sector externo no petrolero.-
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