La Evangelización
Noris Mercedes Díaz De Bustamante:
Queremos una sociedad que sea más imagen y semejanza de la Trinidad, que refleje mejor en la tierra la comunión trinitaria del cielo y que nos facilite más el conocimiento del misterio de la comunión de las tres divinas personas.
¿Cómo es el Dios de nuestra fe?, Es el resultado de la entrega mutua y de la comunión entre todas las personas.
Es preciso cristianizar nuestra comprensión de Dios… Dios es siempre la comunión de las tres Divinas Personas: Dios-Padre nunca está sin el Dios Hijo, y el Dios Espíritu Santo.
No es suficiente confesar que Jesús es Dios. Hay que decir que Él es el Dios Hijo del Padre, junto con el Espíritu Santo. No podemos hablar de una persona. Sin hablar también de las otras dos, reciproca es la comunidad del Padre Hijo y Espíritu Santo.
La comunidad humana resulta de relaciones personales, en las que cada uno es aceptado como es, cada uno se abre al otro y da lo mejor de sí mismo.
La comunión de la Santísima Trinidad no está cerrada sobre sí misma, se abre hacia afuera. Toda la creación significa un desbordamiento de vida.
“Que sean uno como Tú y Yo, somos uno”
“Tu Padre estás en Mí y Yo en Ti” Sean también uno en nosotros: así el mundo creerá que Tú me has enviado. (Jn.17,21).
Desde los primeros años no faltaron los que rechazaban la fe tal como la enseñaban los apóstoles; de ahí nacieron varios grupos o sectas con doctrinas diferentes.
Cuando por razones históricas, los países del mundo romano se dividieron en dos grandes bloques, uno al oriente en el que seguía la civilización griega, otro al occidente (Europa), en el que, después de las invasiones de los pueblos Bárbaros, surgió la cultura medioeval, los contactos se hicieron más difíciles entre los cristianos de estas dos partes, porque vivían la misma fe, contradicciones y usos religiosos diferentes, empezaron a considerarse como que no tenían la misma religión.
La evangelización nos lleva a participar en los gemidos del Espíritu Santo, que quiere liberar a toda la creación. El espíritu que nos mueve a esa liberación nos abre el camino a la unidad de todos los hombres entre si y de los hombres con Dios, hasta que “Dios, sea todo en todos”, (1Cor.15,28).
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Ven a sanarnos a desatarnos a liberarnos para que seamos una generación que predica y vive que: “Jesús, es EL SEÑOR, para la gloria de Dios Padre que vive y reina para la gloria de la Santísima Trinidad un solo Dios verdadero”
¡Ven Señor Jesús, yo espero en Ti, confió en Ti y me entrego a Ti!
AMÉN
norisdibus@gmail.com 17/09/2022