Francisco intervino en las negociaciones para lograr el intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania
"Esto es una guerra mundial", confesó al Papa a los jesuitas de Kazajistán
«Me trajeron una lista de más de 300 presos. Me pidieron que hiciera algo para hacer un intercambio. Llamé inmediatamente al embajador ruso para ver si se podía hacer algo, si se podía acelerar un intercambio de prisioneros», explica el Papa
«Hay una guerra y creo que es un error pensar que se trata de una película de vaqueros en la que hay buenos y malos. Y también es un error pensar que esto es una guerra entre Rusia y Ucrania y ya está. No: esto es una guerra mundial»
Sobre su visita a la embajada rusa: «Fue un gesto inusual: el Papa nunca va a la embajada. Sólo recibe personalmente a los embajadores cuando presentan sus credenciales, y al final de su misión en una visita de despedida. Le dije al embajador que me gustaría hablar con el Presidente Putin siempre que me dejara una pequeña ventana para el diálogo»
El Papa Francisco intervino en el intercambio de presos de guerra entre Ucrania y Rusia, según él mismo confesó durante su encuentro con los jesuitas de las regiones rusófonas en Kazajistán, y que mañana publicará en exclusiva La Civiltta Cattolica.
«Vino un jefe militar encargado del intercambio de prisioneros, de nuevo con el asesor religioso del presidente Zelensky», explica el Pontifice, según ha adelantado ANSA. «Esta vez me trajeron una lista de más de 300 presos. Me pidieron que hiciera algo para hacer un intercambio. Llamé inmediatamente al embajador ruso para ver si se podía hacer algo, si se podía acelerar un intercambio de prisioneros».
«Hay una guerra y creo que es un error pensar que se trata de una película de vaqueros en la que hay buenos y malos. Y también es un error pensar que esto es una guerra entre Rusia y Ucrania y ya está. No: esto es una guerra mundial», recalcó Bergoglio durante el encuentro, que tuvo lugar en la mañana del 15 de septiembre y cuyo contenido íntegro fue recogido por Antonio Spadaro, sj.
Durante la conversación, el Pontífice incidió en que «lo que hay que hacer» es «liberar los corazones del odio», y lamenta las reacciones adversas de algunas de sus declaraciones, en las que llamaba al diálogo, también con el agresor. «Desde el primer día de la guerra hasta ayer he hablado constantemente de este conflicto, refiriéndome al sufrimiento de Ucrania», insiste el Papa, que lamenta que no siempre se le haya entendido.
«Una agresión inaceptable, repugnante, bárbara y sacrílega»
«Me gustaría deciros que no me interesa que defendáis al Papa, sino que la gente se sienta acariciada por vosotros, que sois los hermanos del Papa. El Papa no se enfada si se le malinterpreta, porque conozco bien el sufrimiento que hay detrás«, subrayó Bergoglio en su conversación con los jesuitas, en la que también confesó su encuentro con un obispo católico ucraniano, y le recordó que «califiqué la invasión de Ucrania como una agresión inaceptable, repugnante, insensata, bárbara y sacrílega… ¡Lee todas las declaraciones! La Oficina de Prensa los ha recogido».
Sobre la polémica suscitada tras la muerte de Dugina (la hija de uno de los intelectuales de cabecera de Putin, que murió en un atentado en Rusia), que provocó la llamada a consultas del Nuncio en Kiev, Francisco explicó que «después de hablar de Ucrania, pensé en decir una palabra al sufrimiento de los dos pueblos, el ucraniano y el ruso. Porque en las guerras es la gente la que sufre. Son los pobres los que pagan, como siempre. Y esto genera odio».
«Los que hacen la guerra se olvidan de la humanidad y no miran la vida concreta de las personas, sino que anteponen los intereses partidistas y de poder a todo. Los ciudadanos de a pie en cada conflicto son las verdaderas víctimas, que pagan en su propia piel las locuras de la guerra. Entonces también me referí a la chica que fue volada. En ese momento la gente olvidó todo lo que había dicho hasta ese momento y sólo prestó atención a esa referencia. Pero entiendo las reacciones de la gente, porque están sufriendo mucho’, reflexionó el Papa.
Hablar con Putin, visitar Kiev
Francisco también recordó su visita a la embajada rusa: «Fue un gesto inusual: el Papa nunca va a la embajada. Sólo recibe personalmente a los embajadores cuando presentan sus credenciales, y al final de su misión en una visita de despedida. Le dije al embajador que me gustaría hablar con el Presidente Putin siempre que me dejara una pequeña ventana para el diálogo«. Una reunión que, al menos por el momento, todavía no se ha dado.
Durante el encuentro, el Papa confirmó que no visitará a Kiev por el momento. «Envié a Ucrania a los cardenales Czerny y Krajewski, que llevaron la solidaridad del Papa. El Secretario para las Relaciones con los Estados, Monseñor Gallagher, ha visitado (…). Yo también pensaba ir. Me parece que la voluntad de Dios no es ir en este preciso momento; sin embargo, ya veremos más adelante», culminó.-