OMP Venezuela celebró inicio de Octubre Misionero
La celebración, presidida por el Director Nacional de OMP Venezuela, Pbro. Ricardo Elías Guillén, contó con la participación del equipo nacional, las religiosas del Carmelo y la comunidad de la zona de Caracas donde se encuentra ubicado el monasterio.
Las Obras Misionales Pontificias en Venezuela llevaron a cabo una Celebración Eucarística en el Monasterio Nuestra Señora del Carmen y San José, con motivo de la fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús y el inicio del Octubre Misionero.
La celebración, presidida por el Director Nacional de OMP Venezuela, Pbro. Ricardo Elías Guillén, contó con la participación del equipo nacional, las religiosas del Carmelo y la comunidad de la zona de Caracas donde se encuentra ubicado el monasterio. Durante la homilía el Pbro. Guillén hizo referencia al inicio del Octubre Misionero, que este año se realiza inspirado por el lema: Misioneros con Espíritu hasta los confines de la tierra, y a la vida de la santa, explicando a los asistentes la razón por la que fue nombrada patrona universal de las misiones.
Patrona de las Misiones
Santa Teresa del Niño Jesús fue canonizada el 17 de mayo de 1925 por el papa Pío XI quien la proclamó patrona universal de las misiones, a la vez que san Francisco Javier, el 14 de diciembre de 1927. Cuenta la historia sobre el origen de esta proclamación que en 1912, Arsène TurquetiL, junto con otros dos Oblatos jóvenes, funda una misión en Chesterfield Inlet, en pleno país inuit. Viven los cuatro primeros años aislados, hambrientos, con un frío intenso y la dificultad insuperable de que los acepten los Inuit, que no hacen más que depreciarlos y burlarse.
En 1916, en el correo que no llega más que una vez al año, el padre Turquetil recibe dos cartas importantes. En la primera, Mons. Ovide Charlebois, su obispo, le comunica que, de no haber administrado ningún bautizo en un plazo de un año, le retirará del país de los Inuit. En la segunda correspondencia, de una persona desconocida, recibe un folleto titulado: “Vida resumida de sor Teresa del Niño Jesús”. Han incluido en ella un papel doblado en cuatro, con un poco de tierra recogida de la tumba de la joven religiosa.
Después de leer el folleto en el que el padre Turquetil se entera de que Teresita prometió pasar su cielo haciendo el bien en la tierra, decide esparcir a escondidas un pellizco de esa tierra en la cabeza de cada Inuit que venga a su casa el domingo siguiente.
Unos días después de ese gesto, numerosos Inuit piden ser bautizados y el 2 de julio de 1917, el padre TURQUETIL puede bautizar a cuatro familias. Él lo considera un milagro alcanzado por intercesión de santa Teresita. Más adelante, los misioneros Oblatos del Gran Norte canadiense fueron testigos en su vida misionera de numerosos favores que atribuyen a la protección de santa Teresita. En 1925 Mons. Charlebois, junto con los otros ordinarios de las misiones de Canadá, decidieron pedirle al Papa que nombre a santa Teresita patrona de las misiones.
Fuente: Prensa OMP Venezuela