Opinión

Un referéndum, sin pueblo y sin país

Froilán  Barrios:

De nada valió al régimen la multimillonaria campaña para atosigar a la población de un falso nacionalismo, que en la soledad dominical del pasado 03 de diciembre nadie compró, a no ser por las fecundas facultades milagrosas del CNE manejado como agencia del Ejecutivo Nacional y experto en multiplicar votos, en lugar de panes, que bien hacen falta a un pueblo sumido en la incertidumbre.

En efecto, el cuerno de la abundancia del estado fallido se hizo presente con el financiamiento de costosos conciertos de artistas del tremedal, con la implantación de vallas publicitarias hasta el cajón del Arauca y propaganda masiva por medios de comunicación y redes sociales, con tal de presentar un “país unido” y enrolado en defensa del Esequibo ante la comunidad internacional, por que la local no se comió el cuento de la “postura antiimperialista” del régimen, dejándolo plantado más solo que la una en la fallida consulta dominical.

En ese fracasado show político se hizo acompañar de una oposición variopinta, quien no cesa de atarse un yunque a su maltrecho perfil de colaboradores de la tiranía, quien le señaló el camino del Gólgota, presentar sus candidaturas presidenciales en 2024 como póstumo destino al cementerio de los elefantes.

En definitiva, Maduro y su corte subestimaron una vez mas al pueblo venezolano, pretendiendo comprar la conciencia nacional con bolsas CLAP corroídas de gorgojos, con bonos de guerra miserables y con promesas de redención a un país, al que han enterrado en orgías de corrupción. Este hoy en forma valiente manifestó su rechazo al no votar masivamente en la consulta caricaturesca, centro de las burlas de las instituciones políticas y académicas a nivel internacional.

Ningún razonamiento atrajo al ciudadano, ni de quienes manifestaron sesudos análisis por el voto a ciertas preguntas y el rechazo a otras, ni de aquellos que se arroparon descaradamente al falso nacionalismo madurista, solo privó el aborrecimiento y el desgano a un llamado gubernamental quien amenazara incluso con despidos, para enrostrarle al régimen su desaprobación ante su pésima gestión.

En resumidas cuentas, en materia de consultas plebiscitarias no le ha ido bien a las tiranías en nuestra historia nacional, un 15 de diciembre de 1957 el dictador Pérez Jiménez realizó una consulta que luego lo llevó a su caída el 23 de enero, luego un diciembre 2007 mordió el polvo de la derrota el extinto Chávez con su pretendida reforma constitucional, y en 2023 es de mal augurio para los tiranuelos de turno el forfait del pueblo venezolano a la mascarada con el Esequibo.

Diciembre para los venezolanos es sinónimo de democracia, en esas jornadas históricas votó masivamente mas de medio siglo por candidatos surgidos en nombre de la libertad de expresión, de los derechos humanos y del sistema democrático. Por el contrario lo del domingo fue solo una opereta burda de un régimen que se ha quedado sin pueblo y sin país.-

Froilán  Barrios            Movimiento Laborista

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