Monseñor Daniel Loureiro: “Orar, confesar y agradecer a Dios” en los últimos días de su vida

Monseñor Daniel Loureiro, venido de Galicia se sembró entre nosotros con un hermoso testimonio de entrega cariñosa en la Catedral de Caracas. En paz descanse, servidor bueno y fiel.

El cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas, anunció de esta manera en Twitter, el deceso del sacerdote de origen español que partió a la Casa del Padre este 11 de octubre de 2022, a las 9 y 35 de la mañana, con 92 años de edad.

«Orar, confesar y agradecer a Dios por su vida sacerdotal«, eran las actividades realizadas en sus últimos años de vida, pero su entrega sacerdotal tuvo una extensa labor que vale la pena recordar.

Los restos de Daniel Aurelio Loureiro Rosende permanecieron en Capilla Ardiente en la Catedral Metropolitana. Monseñor carlos Márquez, obispo auxiliar de Caracas, presidió la eucaristía junto a los obispos Lisandro Rivas y Ricardo Barreto. Entre tanto, la homilía estuvo a cargo del padre Ángel Infante, párroco de San Juan Bautista, quien se consideraba su hijo y gran amigo. Tuvo elogiosas palabras para «Danielito».

El cuerpo del padre Daniel también estuvo acompañado de muchos feligreses, la mayoría asiduos a sus confesiones y consejos, así como del clero capitalino y representantes de algunas congregaciones religiosas que hacen vida en Caracas.

El fallecimiento del anciano sacerdote fue «a consecuencia de hiperglucemia con la que batalló largos años, un paro respiratorio le apartó de esta vida mortal para adentrarlo en la vida eterna por la que siempre luchó, publicaron las redes sociales de ArquiCaracas.

El cura gallego que se quedó en Venezuela

“Danielito”, como fue conocido por sus amigos, conversó con Aleteia en febrero de 2020 acerca de la Casa Sacerdotal de la Arquidiócesis de Caracas. Comentó que nació en San Andrés de Vea, Pontevedra (España), el 29 de enero de 1930.

Durante treinta años trabajó en la Catedral de Caracas, luego de servir a su congregación los Misioneros Pasionistas.

Muy orgulloso de su historia personal, portaba un libro llamado “Un Cura Gallego por el mundo” (2004), en el que desde 1942, recoge varias anécdotas.

Dijo que lo elaboró con motivo de los primeros 50 años de su vida religiosa y sacerdotal. “Pero la cuenta sigue hasta que Dios quiera. Para ello nos preparamos también en esta casa que parece de retiro”.

Loureiro Rosende contó que fue ordenado el 21 de marzo de 1954 en la catedral Buen Pastor de San Sebastián, Villarreal de Urechua, en Guipúzcoa, España.

Nos ordenamos 16 de mi curso (…) Si bien recuerdo, formábamos un numeroso grupo entre diocesanos y religiosos de diversas congregaciones, alrededor de unos 50 por lo menos, escribe en su libro autobiográfico.

“En 1962 mi provincial me propone viajar a Colombia para ser profesor en un colegio pasionista. Rumbo a Colombia, el 1 de octubre pisamos el Puerto de La Guaira (Venezuela) ocasión que aproveché para subir a Caracas a saludar a unos familiares que ya vivían en este maravilloso país”.

Sin embargo, esta vez no se detuvo mucho tempo y siguió para Colombia y en otras ocasiones vuelve para visitar a sus familiares. En 1968 debía volver con su congregación a Galicia, pero decide quedarse en Caracas.

Poco a poco fui conociendo algunos compañeros pasionistas y les ayudaba en algunas de sus parroquias. En mis venas corría el deseo de trabajar de acuerdo con los nuevos tiempos que llegaron a la iglesia con el Concilio Vaticano II. Pedí los permisos al Vaticano y tan pronto los recibí la Arquidiócesis me acepta como uno de sus sacerdotes.

Así fue conociendo y trabajando con varios arzobispos y obispos de Caracas. Entre los cargo que ocupó, de acuerdo con su autobiografía en la página 21, está el de Canciller del arzobispado, siendo nombrado por el cardenal Ignacio Antonio Velasco. Allí estuvo dos años.

La Arquidiócesis de Caracas refiere que fue Notario de la Curia Arzobispal entre los años 1988 y 1992. Además, se desempeñó como Vicario de la parroquia Sagrario de la Catedral de Caracas por más de 30 años, «con abnegación y entusiasmo y alegría que siempre le caracterizó», agregando:

Era caritativo con todos los que a él acudían en busca de consuelo, tanto a nivel espiritual como material, hasta el año 2000, cuando decidió tomar su merecido descanso en la Casa Sacerdotal.

Capellán del Santo Padre Benedicto XVI

El nombramiento de “Monseñor” le llegó en el año 2011, cuando junto a tres sacerdotes fue distinguido con el título de Capellán del Papa, un titulo honorífico firmado por Benedicto XVI y entregado en Caracas por el Cardenal Jorge Urosa Savino.

“Fue una ocasión muy hermosa”, recordó el padre “Danielito”, durante la entrevista con Aleteia. “En Venezuela he pasado buena parte de mi vida. Ahora en esta casa me siento como si fuese propia”, expresó al medio católico.

Creo que la Casa Sacerdotal es un regalo de la Iglesia de Caracas a quienes le hemos servido con lealtad y entregado nuestra vida al servicio de Dios, esperando solo su amor y misericordia. Ya hacia el final de mi vida lo que me queda es seguir orando, confesando y agradecer por todo el camino que Dios me ha permitido transitar, acotó respecto a la Casa Sacerdotal donde pasó sus últimos días.

La Arquidiócesis de Caracas informó que, después de la Misa Exequial de este 12 de octubre de 2022, los restos de monseñor Daniel Loureiro, recibieron cristiana sepultura en el Cementerio del Este. Dios le tenga en su Gloria.-

Fotos: Prensa Arquidiócesis de Caracas