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Cardenal Omella a los políticos y empresarios: «Tenéis la oportunidad de de equilibrar la balanza del hambre»

Jornada contra el hambre de Manos Unidas, "Combatir la indiferencia"

El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española hace este domingo un llamamiento a gobernantes y directivos de empresas multinacionales para que no sean «indiferentes» ante las desigualdades

 

Denuncia: «Hay muchos países ricos en recursos naturales, explotados por empresas extranjeras, donde la mayoría de sus ciudadanos no pueden satisfacer necesidades básicas como la alimentación»

 

Resalta que la Iglesia católica en España lleva más de 63 años luchando contra el hambre, la miseria y sus causas, en parte gracias a la ONG católica Manos Unidas que tiene como misión «hacer visibles a los invisibles»

 

Afirma que los gobernantes y directivos de empresas multinacionales tienen una gran responsabilidad y, al mismo tiempo, la oportunidad de equilibrar la balanza»

 

Solicita ayuda -«tanto como podáis»- a la ONG católica «en sus nobles propósitos y en los proyectos anuales que desarrolla y supervisa». «Más allá de nuestros donativos, tenemos que combatir la cultura de la indiferencia»

 

El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, hace este domingo un llamamiento a «gobernantes y directivos de empresas multinacionales» para que no sean «indiferentes» ante las desigualdades y contribuyan a erradicar el hambre en el mundo.

En su carta dominical, bajo el título de «Combatir la indiferencia», el cardenal denuncia, con motivo de la celebración de la jornada de Manos Unidas, dentro de la campaña contra el hambre, que «hay muchos países ricos en recursos naturales, explotados por empresas extranjeras, donde la mayoría de sus ciudadanos no pueden satisfacer necesidades básicas como la alimentación».

 

«Es una realidad dolorosa y vergonzosa de nuestro mundo: el hambre», subraya Omella, que resalta que la Iglesia católica en España lleva más de 63 años luchando contra el hambre, la miseria y sus causas, en parte gracias a la ONG católica Manos Unidas que tiene como misión «hacer visibles a los invisibles».

La campaña contra el hambre de Manos Unidas de este año tiene el lema «Nuestra indiferencia los condena al olvido», que, según Omella, se traduce en que «vivimos en la indiferencia: la indiferencia es este drama de estar bien informados, pero no sentir la realidad de los otros«.

«Sabemos que hay hambre en el mundo. Sin duda nos siguen impactando las imágenes televisivas que hemos visto durante décadas sobre el hambre. Estamos muy bien informados, sí, pero esta información no nos llega al corazón, y el sentimiento de lástima desaparece cuando apagamos el televisor o cuando cambiamos de canal para que no nos afecte», según el cardenal.

«La indiferencia es este drama de estar bien informados, pero no sentir la realidad de los otros»

«Nuestro reto -añade Omella- es transformar las estructuras establecidas para corregir el profundo y creciente abismo entre ricos y pobres».

Según el presidente de los obispos españoles, «en muchos países ricos en recursos naturales, explotados por empresas extranjeras, la mayoría de sus ciudadanos no pueden satisfacer necesidades básicas como la alimentación. ¿Cómo podemos permitirlo? Los gobernantes y directivos de empresas multinacionales tienen una gran responsabilidady, al mismo tiempo, la oportunidad de equilibrar la balanza».

Omella recuerda que en 2020 Manos Unidas recaudó en España más de 40 millones de euros, se aprobaron 506 proyectos de desarrollo en 53 países y llevaron a cabo 172 acciones de emergencia y ayuda humanitaria en los continentes africano, americano y asiático por valor de cerca de cinco millones de euros.

El prelado concluye su carta dominical solicitando ayuda -«tanto como podáis»- a la ONG católica «en sus nobles propósitos y en los proyectos anuales que desarrolla y supervisa».

«Más allá de nuestros donativos, tenemos que combatir la cultura de la indiferencia que nos impide poner fin a la desigualdad, a la pobreza y al hambre. Todos estamos llamados a seguir trabajando por los más vulnerables de aquí y de cualquier rincón del mundo», concluye Omella.-

 | RD/EFE

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