Vivir en tiempos de crisis ayuda a tomar decisiones responsables
Homilía de monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales del 24 de noviembre en la Basílica romana de los Doce Santos Apóstoles, durante la misa con motivo de la Fiesta Nacional de Rumanía, que se celebra el 1 de diciembre
A los rumanos reunidos el pasado día 24 en la Basílica romana de los Doce Santos Apóstoles, para la misa con motivo de la Fiesta Nacional de Rumanía, que se celebra el 1 de diciembre, monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, llevó el saludo y la bendición del Papa Francisco. También destacó lo mucho que el país está particularmente cerca del corazón del Pontífice. El prelado recordó la visita apostólica de 2019 y el lema que llama a «caminar juntos, caminar en unidad» para «construir una sociedad inclusiva».
El cardenal Casaroli y las relaciones diplomáticas con Rumanía
En su homilía, monseñor Gallagher también quiso recordar la figura del cardenal Agostino Casaroli, enterrado en el antiguo lugar de culto, que fue su título cardenalicio, un diplomático de la Santa Sede que se distinguió por su clarividencia y que también contribuyó a las buenas relaciones con Rumanía.
Al servicio de Juan XXIII y Pablo VI, primero, y de Juan Pablo II, después, como secretario de Estado, el cardenal Casaroli fue el artífice de la llamada «Ostpolitik» de la Santa Sede, la política de cautelosa apertura hacia los países comunistas de Europa del Este. Monseñor Gallagher, reiterando lo que el Papa Francisco dijo durante el último consistorio del 27 de agosto sobre el cardenal, afirmó: «Famoso por su mirada abierta para asistir, con diálogo sabio y paciente, a los nuevos horizontes de Europa después de la Guerra Fría – ¡y Dios no quiera que la miopía humana vuelva a cerrar esos horizontes que Él abrió! Llevaba a cabo una gran diplomacia – el martirio de la paciencia, así fue su vida».
Proyectados a la vida nueva en Dios
Al comentar las lecturas de la liturgia, relativas a la destrucción y el fin del mundo y a la esperanza del comienzo del Reino de Dios, el secretario para las Relaciones con los Estados señaló que la experiencia de la pandemia y el estallido de la guerra en Ucrania, con sus múltiples y amenazantes efectos en todo el mundo, han llevado a reflexionar sobre la fragilidad de la vida terrenal y la fugacidad de la seguridad humana. Una reflexión que lleva a pensar en el fin de la existencia, pero que no debe detenerse ahí, sino que debe llevar a lo que enseña la fe cristiana: que también habrá algo nuevo que sigue, la vida nueva en Dios, que debe hacernos responsables del hoy.
Monseñor Gallagher señaló que cuanto más se enfrenta uno a la transitoriedad, más razones tiene, como cristiano, para levantarse, porque es precisamente la conciencia de tener un plazo lo que ayuda a centrarse en la búsqueda de soluciones, por ejemplo, en la vida cotidiana y en la diplomacia, y, en la perspectiva cristiana, la idea de la responsabilidad última ante Dios se convierte en un elemento decisivo para las decisiones morales.
Rezar a María por la paz en el mundo
Por último, refiriéndose al inminente inicio del tiempo de Adviento, el secretario para las Relaciones con los Estados exhortó a dirigir la mirada a María, que nos invita a preparar la llegada del Señor como ella misma lo hizo, y encomendó la nación rumana a la Virgen junto al mundo entero, pidiendo su intercesión, en particular, por la paz en Ucrania y en todos los países que sufren o son causa de la guerra.-
Tiziana Campisi – Ciudad del Vaticano/Vatican News