Culminó novenario por el eterno descanso de monseñor Reinaldo Del Prette Lissot, III Arzobispo de Valencia
Con el templo lleno de feligreses, se celebró la misa, concelebrada por sacerdotes, adonde asistieron familiares de monseñor Reinaldo Del Prette, la Cofradía Nuestra Señora del Socorro, presidida por Marina Giménez de Bencomo, distintos sectores de la ciudad y amigos.
El pasado domingo 4 de diciembre, se realizó el último día de la novena, en la Catedral de Valencia, donde descansan los restos del III arzobispo valenciano en la capilla de Nuestra Señora del Socorro, luego de los actos exequiales que finalizaron el viernes 25 de noviembre, tras su fallecimiento el lunes 21.
Con el templo lleno de feligreses, se celebró la misa, concelebrada por sacerdotes, adonde asistieron familiares de monseñor Reinaldo Del Prette, la Cofradía Nuestra Señora del Socorro, presidida por Marina Giménez de Bencomo, distintos sectores de la ciudad y amigos.
“Hoy estamos celebrando la Misa de clausura del novenario de monseñor Reinaldo Del Prette Lissot, gran amigo mío, un hermano, a quien conocí desde el seminario, y conozco bien su vida”, dijo monseñor Saúl Figueroa Albornoz, Obispo de Puerto Cabello y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Valencia.
“Monseñor Reinaldo Del Prette es una fiel expresión de lo que quiere el Papa Francisco, ser un ministro alegre del Evangelio, pero también un hombre muy cercano al pueblo. (…)El hecho de que haya organizado tan bien la Pastoral Social, Cáritas, indica su preocupación por la gente más necesitada y más humilde…”, agregó.
En su homilía monseñor Figueroa, destacó las cualidades de monseñor Del Prette. “Primero sus cualidades humanas, un hombre sencillo, justo, servicial, muy alegre, de diálogo, jovial, planificado, y muy preparado intelectualmente”, recordó.
Sobre sus cualidades pastorales, aseguró que son muchas, ya que era un hombre muy organizado. “Tenía las reuniones del Clero muy bien planificadas con una agenda muy clara, lo cual era todo una pedagogía para los sacerdotes que asistían. Dejó a todos los secretariados instituidos, cada uno tiene su director y sus programas. Como la ciudad ha crecido tanto, estaba pensando en crear parroquias nuevas, incluso creó algunas.
Era muy cuidadoso en crear parroquias hasta tanto no tuviera una casa parroquial y un sostenimiento económico del sacerdote”.
“Era un hombre muy gerencial. Una de las maneras de poder gobernar es a través de la gerencia, y él era un gran gerente. El Santo Papa Francisco, su programa de Pontificado, se llama la Alegría del Evangelio, lo cual nos dice que el evangelizador tiene que ser una persona que predique la alegría y que sea alegre, y monseñor Del Prette era un hombre alegre y cordial”.
“En la Conferencia Episcopal Venezolana, él estuvo en varias comisiones, y siempre estaba dando su opinión muy acertada. Para nosotros como Conferencia Episcopal Venezolana es una gran pérdida, porque era como un referente por su apertura, sus ideas, simpatía y su alegría. Nos ha pegado mucho que lo hemos perdido”, refirió.
Fuente: Prensa Arquidiócesis de Valencia