Nuevo ataque contra medios en Argentina puede ser presagio de males mayores afirma la SIP

Por segunda vez en menos de un mes, desconocidos dispararon varias veces contra la fachada del Grupo Televisión Litoral, pese al resguardo policial destacado en ese lugar desde el primer ataque, perpetrado el 12 de diciembre. Los autores escaparon y luego la policía recuperó el automóvil utilizado por los agresores y detuvo a dos adolescentes, de 16 y 17años de edad, respectivamente, cuya vinculación con el hecho se investiga. No se registraron heridos en el incidente. El grupo mediático atacado opera el Canal 3, Radio 2, Rosario 3 y las estaciones FM Vida y Frecuencia Plus.

«La seguridad para los periodistas se está deteriorando rápidamente y se deben evitar mayores males. Cuanto antes, las autoridades deben identificar y llevar ante la justicia a los responsables», afirmó el presidente de la SIP, Michael Greenspon, director global de Licencias de Impresión e Innovación en The New York Times Company, Estados Unidos.

«Estos hechos alarmantes ocurren como parte de un cuadro general de violencia en Rosario que se asemeja al accionar de los carteles mexicanos de la droga en la impunidad. Este hecho puede ser un presagio de males mayores que las autoridades deben neutralizar de inmediato», afirmó Carlos Jornet, director periodístico de La Voz del Interior de Córdoba, Argentina, que preside la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.

El 11 de octubre, otra estación de televisión de Rosario, Telefé, fue objeto de una incursión criminal. Los maleantes dejaron un trapo con letras en rojo frente a la televisora, con amenazas de muerte contra los periodistas.

El 29 de julio, un sujeto que se entregó posteriormente a la Policía disparó dos veces contra dos periodistas de los diarios La Mañana de Neuquén y Río Negro. Este hecho ocurrió en San Martín de Los Andes, provincia de Neuquén.

En su 78ª Asamblea General realizada del 27 al 30 de octubre en Madrid, España, la SIP hizo énfasis en la gravedad de esta situación. En su informe sobre Argentina, la organización destacó que los ataques plantean «un nuevo desafío a las organizaciones de libertad de prensa y los medios, ya que las autoridades no tienen protocolos de protección para periodistas, no existen fiscalías especializadas ni los medios tienen protocolos de seguridad».-