El “Reloj del Apocalipsis” adelanta el fin del mundo y 3 sacerdotes hacen este pedido
“Aquel que intenta usurpar el lugar de Cristo no puede ser sino el Anticristo o uno de sus precursores”, alertaron
Este martes 24 de enero el comité de científicos que controla el llamado “Reloj del Apocalipsis” adelantó su pronóstico del fin del mundo 10 segundos, mientras que tres sacerdotes católicos alentaron a no tener miedo y a vivir intensamente la esperanza en Dios.
El Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago (Estados Unidos), revista fundada por Albert Einstein y sus colegas, creó en 1947 el “Reloj del Apocalipsis” (Doomsday Clock), para recordar las amenazas de las armas nucleares.
Desde 2007 considera otros elementos como el cambio climático y las cuestiones tecnológicas.
Cada cierto tiempo, por lo general cada dos años, se ajustan las manecillas del reloj. Estaba a 100 segundos de la medianoche, momento que marcaría el fin del mundo, y ahora se movió 10 segundos, dejándolo a solo 90 del fatídico momento.
“Vivimos en una época de peligro sin precedentes”, advirtió Rachel Bronson, presidenta y CEO del Boletín de Científicos Atómicos, junto a los portavoces del organismo asesorado por 13 premios Nobel.
Según informa el diario español El Mundo, la decisión de los científicos se tomó “en gran medida, pero no exclusivamente, por la invasión rusa a Ucrania y el creciente riesgo de la escalada nuclear”, así como las amenazas biológicas como el Covid-19.
El “reloj del Apocalipsis” no lo mueven los hombres
El P. Jesús Silva, sacerdote de la Arquidiócesis de Madrid (España), explicó a ACI Prensa que “hace ya dos mil años Jesús anticipó que vendrían falsos profetas y falsos anunciadores del Apocalipsis que intentarían infundir vanas esperanzas y vanos miedos en la humanidad”.
“Aquel que intenta usurpar el lugar de Cristo no puede ser sino el Anticristo o uno de sus precursores”, alertó el sacerdote.
“El reloj del Apocalipsis no lo mueven los hombres, lo mueve sin duda la voluntad de Dios”, subrayó.
Sobre el fin del mundo, el sacerdote comentó que “nosotros como creyentes estamos llamados no solo a mantener la esperanza, sabiendo que la historia está en manos de Cristo, sino también a iluminar a este mundo para que comprenda que el miedo no es de Dios sino del demonio”.
“La expresión más repetida en el Nuevo Testamento es ‘no tengáis miedo’, dicha 365 veces, como un pequeño guiño del Señor que nos hace pensar que cada día del año estamos amenazados por el temor, y sin embargo Él ha vencido a todo aquello que amenaza nuestra felicidad. Y por eso no podemos ceder ante el miedo”, resaltó.
El P. Silva apuntó, además, que “la destrucción del hombre, la más grave, no es la que se puede dar por un ataque nuclear o una devastación climática, sino la que se da por el pecado”.
“La verdadera liberación no pasa solo por una cuestión planetaria, sino por la liberación integral del hombre como decía San Juan Pablo II”, concluyó.
El “arma de pacificación masiva” es la oración
El P. Juan Manuel Góngora, sacerdote de Almería (España) que tiene más de 56 mil seguidores en Twitter, compartió con ACI Prensa que, “como católicos, nuestra mayor ‘arma de pacificación masiva’ es la oración al Dios Uno y Trino bajo el amparo e intercesión de la Santísima Virgen María”.
“En cuanto a la esperanza con la que afrontar estos tiempos aciagos de crisis, persecuciones y conflictos, reside en reconocer que Jesucristo es el Señor de la historia y nada acontece al margen de su designio salvífico sin que intervenga su divina providencia para nuestro bien y santidad”, subrayó.
“Hemos de permanecer unidos a nuestros pastores que fieles a la verdad anuncian el Evangelio, para vivir plenamente este constante adviento hasta la recapitulación de todas las cosas en Cristo”, precisó el sacerdote español.
El juicio final es motivo de esperanza
El P. Antonio María Domenech Guillén, sacerdote de la Diócesis de Cuenca, indicó que “a lo largo de la historia los profetas de calamidades se han extendido por doquier. Sin embargo, el Apocalipsis es un libro de la Biblia que, más que miedo, da esperanza”.
“Creo que leerlo sería una buena idea en estos tiempos, así como pensar en la frase de Benedicto XVI de que el juicio final es también un motivo de esperanza, como se puede leer en la encíclica Spe salvi”, prosiguió.
“Lo que pase o deje de pasar ya llegará, y no cabe duda de que cada día queda un día menos, pero a mí, repito, no me da miedo”, continuó el P. Domenech.
Para concluir, el sacerdote dijo que lleva “años esperando que se aceleren los últimos tiempos para que sea cierto, por fin, lo que pedimos cada día en la Santa Misa: ¡Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven, Señor Jesús! Ven pronto”.-
Walter Sánchez Silva/Aciprensa