Una Iglesia influyente, con gran peso moral y político espera al Papa en el Congo
El pontífice llegará a Kinshasa este martes, en pleno año electoral
En los últimos años envió observadoreselectorales y usó su influencia en el país para que los gobernantes se atengan a sus períodos constitucionales.
El Papa Francisco prevé llegar a Kinshasa, capital de RD Congo, el 31 de enero para una visita de cuatro días en pleno año electoral. Los años electorales en este empobrecido país a menudo están marcados por las violentas protestas y denuncias de irregularidades. RD Congo tiene previsto celebrar elecciones presidenciales en diciembre.
El presidente Felix Tshisekedi, quien llegó al poder en 2018 en unas elecciones disputadas, anunció que buscará un segundo mandato.
«El Papa probablemente dirá algo para motivar a los actores políticos a organizar adecuadamente las elecciones», comentó Adolphine Mulanga, una estudiante de 21 años de Kinshasa.
El obispo Donatien Nshole, secretario general de la Conferencia Episcopal Nacional de Congo, dijo recientemente a la prensa que sería bienvenido un llamado del papa Francisco a celebrar elecciones creíbles.
El politólogo congoleño Christian Moleka comentó que la Iglesia católica tiene un «peso moral» en el país desde su independencia de Bélgica en 1960. Ello implica que «sigue siendo una especie de recurso para las grandes cuestiones de interés nacional», y a menudo sirve de contrapeso al gobierno, declaró a AFP.
El Papa con Félix Tshisekedi, presidente de la Republica Democrática del Congo Vatican Media
Se calcula que el 40% de los 100 millones de habitantes de RD Congo son católicos. El exdictador Mobutu Sese Seko, quien gobernó entre 1965 y 1997, estableció en 1974 una Constitución secular.
Pero la iglesia continuó teniendo un papel importante en la vida política del país, con intervenciones frecuentes para alcanzar consensos en momentos de crisis. Por ejemplo, el entonces arzobispo de Kisangani, Laurent Monsengwo, fue clave en la negociación que condujo a un sistema multipartidista en los años 1990, hacia el final del gobierno de Mobutu.
La Iglesia también presidió la comisión electoral durante las primeras elecciones presidenciales democráticas en 2006. Dirigentes católicos posteriormente apoyaron las protestas para urgir al presidente Joseph Kabila, quien gobernó entre 2001 y 2018, a celebrar elecciones en el plazo previsto.
Las relaciones con el actual gobierno congoleño han sido tensas. La iglesia fue una de las instituciones que plantearon dudas sobre la validez de la elección de 2018, que permitió a Tshisekedi acceder al poder.
El politólogo Christian Moleka calificó a la Iglesia católica como un «socio inevitable» del gobierno congoleño.»El Estado está obligado a tomar en consideración a este socio incluso si sus posturas a veces frustran sus intereses», señaló al explicar que la iglesia frena los impulsos autoritarios en un país con instituciones débiles.
Fieles en Kinshasa esperan que el Papa Francisco emita una declaración firme sobre la importancia de tener elecciones libres.
Un seminarista católico en Kinshasa, quien declinó ser identificado, dijo dudar que el papa fuera a pleantear el tema en público. Sugirió más bien que el soberano de la Santa Sede «seguramente discuta el tema con su contraparte», el presidente Tshisekedi.-
RD