Opinión

¿Cambio clave para Venezuela? ¿Hacia atrás o hacia adelante?

Nelson Chitty La Roche:

“Cuando éramos felices y no lo sabíamos.” Melba Escobar
La revolución “chavomaduristamilitaristacastristaideologista,” que puede y
debe ser llamada, de todos los fracasos; ha marcado un hito pernicioso en
nuestra historia y, en honor a la verdad, objetivamente, números en mano,
nadie puede negarlo, en su sano juicio.

Le atribuyo, a quienes aún sostienen y apoyan la continuidad de la
experiencia deletérea del oficialismo como una opción a mantener y
sostener, dos trazos visibles de personalidad; de un lado, la
desciudadanización y del otro, una patología esquizoide que acaba por
reflejar uno de varios síntomas del daño antropológico al que se refieren
Freddy Millán Borges y la distinguida Paola Bautista de Alemán.

La inteligencia del colectivo sabe, `porque lo ha vivido, que se arruinó la vida
de las mayorías y la pobreza se generalizó, pero, además, se irrespeto y se
menosprecia a la ciudadanía y se le trata con ultraje y humillación.

Basta recordar la última elección de gobernadores y alcaldes, en la que se
les arrostraba y amenazaba, a los que osaran votar fuera de las imposiciones
del psuv, con dejar de darles la bolsita Clap y las bonificaciones.
Administrarles su hambre y su precariedad y establecer mecanismo de
control político de esa manera, es propio de los totalitarismos
desconocedores los mismos de la humanización y de la dignidad de la
persona humana.

La democracia puntofijista, sin ser perfecta ni nada parecido, es el periodo
auténticamente republicano de nuestro devenir como nación y el de mayor
bienestar colectivo, con movilidad social y progreso. El lapso de 1958 a
1998, repito, con defectos, fue nuestra práctica vital y existencial más
valiosa y, también se evidencia ese parecer como justo, con las mediciones
a las que se tenga a bien probar.

Conversando con Andreina, dirigente juvenil de un sector popular, advertí
el alcance del daño que estos años de revolución le han traído y le engendran
como lo que vendría, a esta patria desfigurada y agónica. Me relata la dama
que los muchachos se niegan a estudiar y a universitarizarse porque
asumen que eso no vale la pena; piensan que lo que habría que hacer es
“enchufarse” o marcharse.

La caída de la matrícula en la UCV se aproxima al 50% y en la facultad de
Ingeniería sube al 70%. 35000 médicos se han ido y no volverán. Este
infortunio que padecemos, de continuar, nos va además de
desmoralizarnos, nos descerebrará.

Empero; eso lo hemos visto y sentido los venezolanos, salvo, aquellos que se
hacen que no sean concernidos y se permiten alejarse de las cuestiones
públicas creyendo que no serán irradiados si se apartan para ocuparse solo
de sus asuntos personales. A esos y cabe repetirlo, los griegos en la
antigüedad los llamaban idiotas.

Queda claro que la permanencia del
chavomadurismomilitarismocastrismoideologismo en el poder no solo nos
fulmina ahora, sino que nos priva de todas las posibilidades futuras- Hay
que cambiarlos a como dé lugar, pero ¿con quién, para qué?
Establecido que la ablación electoral a practicar implica extirpar el tumor
maligno que nos subyuga y desalma, es menester considerar la terapia
subsiguiente que nos desafía como nación y nos exige acierto y consistencia.
¿Cómo sería ese cambio que querríamos? En lo formal y orgánico apunta a
la republicanización perdida en este eclipse que como pueblo y como
democracia expiamos. En lo estratégico, fija una meta, recuperar la
economía y detener haciéndolo, la hemorragia de la diáspora, entre otros
expedientes a valorizar.

Me permitiré una narrativa “en amont” que en mi reflexión para otros
pudiera corresponderse con una perspectiva “en aval” pero, como veremos,
el escaso tiempo para un desarrollo inevitable, puede confundirla.
Hay, opciones y propuestas. MCM ofrece un giro liberal en el manejo de la
economía, reduciendo al Estado, privatizando y apostándolo todo al
crecimiento económico como bálsamo de nuestros malestares. No
solamente, también creo entender que es partidaria de conceder entidad a
las demandas de matrimonio entre personas del mismo sexo y revisión de
los parámetros civiles y sociales actuales. Es un liberalismo a la
norteamericana y discúlpenme si me atrevo a interpretar, pero, digamos que
es lo que se entiende. Su demanda de justicia es uno de sus fuertes.
Acción democrática es una propuesta de regreso a la experticia de la
democracia de partidos, ensayando mantener la misma proporción entre la
iniciativa privada y el estado regulador y políticas publicas asistenciales. No
hay novedad en el discurso, que he podido leer del candidato Carlos Prosperi
y me lleva a esa conclusión.

La alianza Rosales y Capriles no se separa mucho de la propuesta neoadeca
ínsita al zuliano y, si evocamos el discurso de los que fueron ya candidatos
a la presidencia, nos encontramos con algunas coincidencias, pero, Capriles
y su idea de progreso ofrece, a mi juicio, mejores pronósticos y expectativas,
aunque inhabilitado como está, se deja ver un cálculo de Rosales. Capriles
tiene una ventaja, ha sido dos veces candidato presidencial, como antes
dijimos y estuvo muy pero muy cerca de llegar a Miraflores, pero, la limitante
legal, aunque artificial e ilegítima pesa y compromete la viabilidad de su
pretensión.

Cesar Pérez Vivas luce como el más curtido de los candidatos y el estadista
por formación, además. Trae en la alforja la proposición de la economía
social de mercado que, por cierto, se exhibe como la más realista de las
propuestas para atender al enfermo venezolano que concilia un estado
omnipresente, con una indispensable revisión de la división político
territorial y de allí, hacia un profundo replanteo de nuestra insincera e
ineficiente organización federal. Lo mas importante quizá sea la sincronía
con el momento álgido que vive el pueblo venezolano, hambriento, frustrado
y desesperanzado. Se le señala como conservador, por otra parte, y la guerra
fratricida que diezma a Copei lo toca. El ha tratado no obstante de
representar una plataforma ciudadana y ciudadanizante.

Me refiero a los que compiten en las primarias porque los otros que suenan
no concurren como genuinos aspirantes a cambiar las cosas, ora porque
asumen que están transitando simplemente un largo camino de
posicionamiento, ya porque simplemente juegan el juego del grupo de poder
y no abundaré mas por ahora en ese tema.

Hacia lo que fuimos o hacia lo que debemos ser, es la realidad y el dilema
que tiene ante sí el cuerpo político que vive en Venezuela. Queda por
supuesto otra ecuación a despejar. Recordando a Mario Briceño Iragorri
develamos una de las incógnitas, ¿Es esta crisis del liderazgo y/o es una
crisis también de pueblo?

Nelson Chitty La Roche, nchittylaroche@hotmail.com, @nelson_chitty

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