¿Cómo saber cuándo llamar a un exorcista?
Una primera apreciación es que lo que suele ocurrir es que las personas no buscan a un exorcista cuando hay signos de influencia maligna
¿Cómo saber cuándo llamar a un exorcista? El P. Francisco Torres Ruiz, exorcista y experto en liturgia de la Diócesis de Plasencia (España), ofrece una detallada explicación.
Una primera apreciación que hizo el sacerdote es que lo que suele ocurrir es que las personas no buscan a un exorcista cuando hay signos de influencia maligna.
“Lamentablemente la gente siempre acude a un sacerdote exorcista, o a un sacerdote simplemente, tarde y mal, porque solamente acuden cuando ya la situación llega a un límite, donde ya no caben explicaciones científicas y donde ya estamos un poco saturados del mal y del caos en lo que se va convirtiendo la vida”, indicó el P. Torres en declaraciones a EWTN Noticias.
¿Cómo debe ser el proceso?
El camino que lleva al exorcismo debe pasar primero por la Confesión, la medicina y el discernimiento de algún sacerdote o exorcista, quien decidirá finalmente si procede o no realizar un exorcismo.
“Lo ideal sería acudir al sacerdote exorcista, o un sacerdote simplemente –al párroco mismo– a los primeros síntomas de algún tipo de influencia maligna que hayamos tenido o incluso cuando somos conscientes de que recurrir al vudú, a la magia, al tarot, (…) es pecado y está mal”, resaltó.
El presbítero precisó luego que una acción previa a eso, y por lo general más importante, es acudir a la Confesión.
“Cuando somos conscientes de eso, lo primero es ir a confesarse, porque a veces más eficaz que un exorcismo es la Confesión. Esto es lo ideal”, subrayó.
Luego de la Confesión, se debe acudir a la medicina, en un proceso que va de la mano del acompañamiento de un sacerdote.
“Nadie puede proceder nunca a hacer un exorcismo sobre nadie, si previamente no hay análisis médicos, psiquiátricos, psicológicos que descarten que lo que le ocurre a esa persona viene de una cuestión natural: de la mente, de un órgano vital que está dañado, cualquier cosa”, describió el sacerdote español.
Pero esto, advirtió, “hay que hacerlo siempre en compañía del sacerdote para discernir”. “Sin discernimiento previo se puede hacer más mal a una persona que bien”, alertó.
El presbítero resaltó que recurrir a un psiquiatra antes de pensar en un exorcismo es algo recomendado por la Asociación Internacional de Exorcistas, con la aprobación de la Santa Sede.
“Podemos pensar, a lo mejor, que estoy poseído o con una influencia maligna de lo que sea, y lo que tenemos es otra cosa, y entonces se discierne la causa natural de la preternatural” o sobrenatural.
Luego, continuó, “hay que seguir los consejos y recomendaciones que da un exorcista. Esto no es que tú vas al exorcista y se dice ‘oiga, que estoy poseído, hágame un exorcismo’ y se hace. No. No es automático. Hay que acudir para el discernimiento. Con el exorcista se analiza”.
Entonces y “cuando ya no hay explicación natural posible”, el exorcista y el obispo “disciernen el caso y dicen si con esta persona hay que practicar un exorcismo, y entonces se hace”, explicó el P. Torres.
“Ese es el camino de acompañamiento, entre lo espiritual que le compete al exorcista, a la Iglesia; y lo natural, que les compete a los médicos, al mundo de la medicina”, remarcó el sacerdote.-