China viola el acuerdo con el Vaticano y nombra unilateralmente al obispo de Shanghai
Los fieles chinos afirman que el obispo Shen no es querido en la ciudad
El nombramiento llega con una carta del Consejo de Obispos Chinos, organismo no reconocido por la Santa Sede y vinculado al Partido Comunista
Los fieles católicos de China expresaron su tristeza por el nombramiento
Shen declaró hoy que continuará con la tradición de «patriotismo y amor» en la Iglesia de Shanghai
El Acuerdo entre China y el Vaticano no solo no ha puesto fin a la persecución de los católicos, sino que tampoco parece ofrecer garantías en cuanto a la elección de obispos
Monseñor Shen Bin es el nuevo obispo de Shanghai, tras la ceremonia de toma de posesión celebrada este martes 4 de abril. La carta de nombramiento procede del Consejo de obispos chinos, que lidera monseñor Shen. Este organismo no está reconocido por la Santa Sede y se somete al Partido Comunista Chino (PCC). El origen de la investidura da a entender que la Iglesia Patriótica China (la oficial) no acordó la elección con el Vaticano.
«El origen de la investidura da a entender que la Iglesia Patriótica China (la oficial) no acordó la elección con el Vaticano»
En diálogo con AsiaNews, fuentes vaticanas informaron que el nombramiento es «unilateral», pues no cuenta con la aprobación papal. Esto también fue confirmado de manera indirecta por los fieles católicos de China, que expresaron su tristeza por el nombramiento, el cual llegó sin el mandato del Papa y es motivo de gran descontento en la comunidad católica de Shanghai.
En base al acuerdo sino-vaticano de 2018 -renovado posteriormente en octubre de 2020 y 2022-, la elección de los nuevos obispos chinos debe ser una decisión acordada por la Santa Sede y las autoridades de Beijing. En noviembre último, el Vaticano había denunciado la violación del acuerdo por parte de las autoridades chinas, con el nombramiento de monseñor Juan Peng Weizhao como obispo auxiliar de la diócesis de Jiangxi. Ahora se abre también la cuestión de la diócesis de Haimen (Jiangsu), de la que era párroco monseñor Shen, ordenación que obtuvo el reconocimiento papal en 2010.
Según información que circuló en el sitio chino de mensajería WeChat, monseñor Shen declaró hoy que continuará con la tradición de «patriotismo y amor» en la Iglesia de Shanghai. En una enérgica referencia a los dictados del Partido, subrayó que acatará el principio de independencia y autogestión, y continuará realizando esfuerzos para «sinicizar» el catolicismo en China.
Según la agencia AsiaNews, los fieles chinos afirman que el obispo Shen no es querido en Shanghai. Algunos lo acusan de haber solicitado una cuantiosa donación en efectivo cuando ordenó sacerdotes en la diócesis. El incidente se remonta a junio de 2021: los ordenandos eran cinco, pero el gobierno rechazó a uno de ellos.
«En una enérgica referencia a los dictados del Partido, el nuevo obispo subrayó que acatará el principio de independencia y autogestión, y continuará realizando esfuerzos para «sinicizar» el catolicismo en China»
La sede episcopal de Shanghai estaba vacante desde hacía 10 años. El obispo reconocido por el Vaticano y el gobierno, monseñor Ma Daqin, se encuentra bajo arresto domiciliario en el seminario de Sheshan por haberse atrevido a renunciar a la Asociación Patriótica inmediatamente después de su ordenación episcopal. Aunque más tarde regresó al organismo dependiente del PCC, el gobierno no quiso reconocerlo como obispo de la diócesis.
El Acuerdo entre China y el Vaticano no solo no ha puesto fin a la persecución de los católicos, especialmente los no oficiales (conocidos como “subterráneos” o clandestinos), sino que tampoco parece ofrecer garantías en cuanto a la elección de obispos. Según algunos analistas, el Vaticano quería que monseñor José Xing Wenzhi dirigiera la diócesis de Shanghai. Antes del nombramiento de monseñor Ma, era obispo auxiliar, pero dimitió en 2012 por razones que aún deben aclararse.-